sábado, 14 de julio de 2007

14 juillet

14 de julio, mi último día en Francia.

Luís XVI hace un llamamiento general a las tropas de ultramar para defender su capital, París, desembarcando estas a principios de Julio. La situación desde primavera se ha hecho insostenible y tras la destitución del último Ministre Royal las insurrecciones populares son cada vez más numerosas e importantes. En la mañana del día de hoy, un grupo de ciudadanos que ha tomado las armas de la Place des Invalides el día anterior se encamina hacia la Bastille por rumores de que en ella se encuentra una ingente cantidad de pólvora, es sabido que esta fortaleza, antes un edificio glorioso de defensa de Paris por el antiguo régimen anda casi abandonada por las fuerzas reales y en ella apenas se aglutinan una decena de presos.

Los ciudadanos se agolpan en las puertas de la prisión, después de una discusión casi infantil las escasas fuerzas del orden disparan contra la multitud. Éstos, armados con cañones derriban la puerta y la muchedumbre escala por el foso hasta llegar al patio de armas. Resultado, un guardia herido, 7 presos liberados, un centenar de ciudadanos muertos y el jefe de la prisión decapitado, acción ya habitual en los ajusticiamientos de la Loi de l’Etat del actual monarca que se convertiría paradójicamente, años después, en su propio final.

La caída de esta prisión no sería de ninguna importancia comparado con la cantidad sangre derramada en aquella época, sin embargo, este hecho nos muestra el poder de los símbolos y este era, por primera vez en la historia, el del antiguo régimen sucumbiendo ante el cambio. Este pequeño edificio que ya no significaba nada calló en manos de un grupo de parisinos que, sin saberlo, estaban cambiando el destino de su país.

La Bastille es hoy una parada más del nefasto y maloliente metro de París y una plaza por la que los turistas, más centrados en arremolinarse ante La Gioconde para encontrar el enigma del código Da Vinci y hacer fotos desde la Tour Eiffel, pasan sin prestar demasiada atención, el desfile de la Armée elige los Champs Elysées por motivos de seguridad y de espacio y en ella ni siquiera se puede ver una alusión clara a lo que fue la toma de esta prisión.

Hoy, Francia comienza, otra vez desde el principio, precursora de la república y de la democracia moderna afronta un déficit tanto social como económico, afronta cambios en su estructura, economía e identidad que cambiarán, sin duda, una vez más su destino y determinarán el sino de sus ciudadanos. Lo hará, una vez más, porque el tiempo y las generaciones pasan, el mundo no se detiene.

Hoy, Francia, termina, alejado del bullicio de trompetas y desfiles en la capital y tras la vitrina del aeropuerto Charles de Gaulle un ingeniero aeronáutico admira cegado por el rojo intenso del atardecer los aviones despegar, en su maleta, mil sueños, en su corazón, agradecimiento. Los años pasan, las personas pasan e incluso los países pasan, pero siempre dejan algo.

Nos volveremos a ver.

viernes, 13 de julio de 2007

Despedida y cierre

Abajo el telón, luces fuera, dejen el título, sí, por nostalgia, el foco también, tengo que hablarles…

En estos mis últimos días en tierras francesas he venido a París a pasar unos días, esta ciudad que, pese a mi gusto personal, no deja de ser lo que se dice “objetivamente” bonita, es un lugar perfecto, alejado ya de la peculiar Poitiers, para hacer balance de todos estos meses. Estar aquí todavía me hace poder recapacitar de lo que ha sido este periodo antes de volverme a sumergir en mi añorada España, supongo que cuando el sol abrasador esté encima de mi cabeza y vuelva a tener la tortilla de mi madre en el plato todo esto me parecerá tan lejano como incierto, quizás, un sueño.

No quiero hacer de esto un glosario de agradecimientos, porque termina siendo algo vacío de contenido, es tan común… pero no puedo resistirme a la tentación, os merecéis cada uno un espacio aquí, en este lugar, que después de casi 50 post se ha convertido en algo bastante representativo de lo que ha sido mi vida en este país.

En primer lugar, darme gracias a mi mismo por escribir este blog, suena chocante, pero el haber comenzado un día delante del ordenador a contaros las historietas que pasaban por aquí me ha devuelto las ganas de escribir, una afición que, por unos motivos o por otros, llevaba años dormida y que ahora despierta de nuevo. Se despereza y quiere recuperar el tiempo perdido, lo hace ahora y lo seguirá haciendo en el futuro, de eso estad seguros.

Después de este ataque de propioombliguismo (término de cosecha propia no reconocido por la R.A.E.) me gustaría agradecer en primer lugar a Pep su valiosa ayuda cuando esta aventura ni siquiera parecía realizable, ahora que se acaba me doy cuenta que muchas cosas hubieran sido diferentes, más bien bastante negras, si no hubiera contado con tus consejos. Espero que por tu ya conseguida París realices tus sueños y que nos veamos, no importa en que parte del mundo, las suficientes veces para ver otro Madrid-Barça con gol en el último minuto y berrear a gusto.

A Patri, por hacer mas llevaderos los momentos mas difíciles de Poitiers, esos cuando nos dimos cuenta en que tugurio nos habíamos metido, ha sido genial descubrir las peculiaridades del poblacho contigo, espero que te vaya bien allá donde vayas, sea Fuenlabrada o Nueva Zelanda, gracias.

A mis colocataires del 12 de la Rue Bourbeau, por esos vinachos a palo seco que al final hasta me supieron buenos, por descubrir al Fary francés (y a otra jarfia musical de todo tipo) y por haberme acogido como uno más desde el primer momento. Muchas gracias por la paciencia por ser nuuule con el francés y por acabar con todos los prejuicios con la cultura y la gente francesa, espero que las crêpes prometidas en Madrid se cumplan. A bientôt.

A Guillaume porque, pese a ser corta la estancia con la que estuve con él en Poitiers, me hizo descubrir que la gente más apátrida e internacional es la más valiosa para romper fronteras y unir distancias, espero que te quedes mucho tiempo en España, nos vemos en Madrid.

A Thomas y a mis compañeros de la salle de calcul, por hacerme pasar tan buenos momentos entre pulido y pulido y por enseñarme tantas cosas, no habría aprendido el francés barriobajero si no hubiera sido por vosotros, me servirá para defenderme en el futuro, gracias.

A todos, gracias. Dejo Poitiers y dejo algo de mí allí, porque vuelvo a España siendo, irremediablemente, diferente al que pensaba que la vida francesa eran croissants, baggetes y Tours Eiffel. Porque conocer, descubrir y aprender es algo siempre placentero y Francia ha sido un lugar perfecto para hacerlo.

Mañana, mi ultimo post.

jueves, 12 de julio de 2007

Belleville

Vivir en un país extranjero te permite descubrir bastantes cosas. Desde el primer momento en tierra extranjera te inunda un sentido de incomprensión con todo aquello que te rodea, farolas y papeleras incluidas. Incomprensión, primeramente y sobre todo en mi caso, por el idioma.

Incomprensión hacia las costumbres, los horarios, la gente, la comida, las formas de proceder, de comportarse o incluso de aceptar como normales cosas nunca antes vistas o que ni siquiera formaban parte de tu vocabulario. Incomprensión, al fin y al cabo, combatible de muchas formas diferentes. Quizás unas sean mas loables que otras pero todas totalmente comprensibles, sobre todo teniendo en cuenta el a veces insoportable sentimiento de soledad que puede abatir a una persona alejada totalmente del entorno que le ha rodeado durante toda su vida. La forma más sencilla, si existe tal oportunidad, es buscar en ese país extranjero gente que comparta tu misma situación (ya sea de la misma nacionalidad o no). De ahí, se extrae una complicidad sencilla, directa y simple como la de compartir incomprensión y diferencia, lazos que son evidentemente mas fuertes si es de tu país el que puede aislar, durante un determinado tiempo, el clima extranjero circundante y puede hacerte volver a sentirte en tu propio país, todo ello sin contar que poder hablar tu propio idioma supone en la mayoría de los casos un descanso para tu propio cerebro.

Es en este momento, en París, viviendo en Belleville, un barrio mayoritariamente habitado por chinos, africanos y musulmanes cuando lo entiendo. Después de haber sufrido en mis propias carnes el sentirme inundado por una sociedad extranjera que, pese a no ser hostil, fue en todo momento distante, puedo comprender la situación de un inmigrante. Es evidente, en todo caso, que mi situación tiene un grado de atenuación extremo respecto a la suya, pero me siento en situación de decir que he podido probar algo de su propia medicina.

Tiendas con letreros en letras ininteligibles, calles atestadas de otros colores, olores e idiomas, mujeres vestidas con túnicas y hombres que portan gorros extraños, falafel, couscous y velas para el Hannukah en los supermercados, peluquerías y tiendas de ropa del estilo de cada país, periódicos, radios... ¿Por qué deciden mantener su cultura y no adaptarse al entorno? ¿Por qué prefieren anclarse en el pasado y en tradiciones de sociedades menos avanzadas? ¿Por qué no adoptan las de la sociedad rica y prospera?

Puedo imaginarme un edificio en medio de París lleno de españoles, quizás una calle con unos cuantos bares con tapitas, de lomo y jamón, pero del de verdad. Periódicos que hablaran de la eterna rivalidad del Madrid y el Barcelona y quién va a ganar la última liga, música normal y corriente, saber que pasa en la ciudad en la que nací, encontrar ruido en las calles, hablar mi idioma… a mi no me parece para nada invadir a nadie, si no pudiera volver a mi país como es el caso de muchos inmigrantes no podría renunciar a eso, porque es mi forma de ser, y renunciar a nuestra forma de ser es algo que nadie, sea en la situación que sea, tiene derecho a pedirnos. Sin embargo, verlo como ciudadano del país que acoge no deja de ser comprensiblemente extraño.

Vienen por distintas razones, pero todas relacionadas: la miseria humana, esa que no permite que todos los seres humanos puedan vivir con un mínimo de bienes primarios, libertad y cultura. Miseria humana de la que en más o menos medida todos somos culpables.

La inmigración es un precio muy bajo que pagamos nosotros, las sociedades del primer mundo. La donación para la cooperación y el desarrollo del 0.7% del PIB es la gran proeza que, a principios de los noventa, se propusieron los dirigentes de esas sociedades avanzadas. Hoy, solo cuatro de ellos cumplen esa proeza. Nosotros, yo incluido, seguimos votando por la permanencia de esta situación y nos choca aun ser los extranjeros cuando cogemos el metro.

lunes, 9 de julio de 2007

Francia, esos amigos

El humor. Pese a saber que existen grandes entendidos en la materia, de los cuales, uno es gran amigo y hermano de blog, éste me parecerá algo tan incomprensible como misterioso. Por ello, se me hace difícil que alguien pueda estudiarlo o clasificarlo, por un lado, algo gracioso para mí puede ser una estupidez para cualquier otro, la más grande simpleza soltada de la boca más falaz puede dejarme impertérrito y hacer saltar del sofá al que tengo a mi derecha. Formas de ser, formas de ver, estado de ánimo, puro azar quizás.

Leer un periódico deportivo como es L’Equipe (imperfecto homólogo de lo que es Marca en España) saca a relucir la rivalidad deportiva (sana o insana, según se mire) entre ambas laderas del Pirineo, sobre todo, la inevitable asociación que tienen para los franceses nuestros deportistas con el dopaje. Nadal y sus músculos, con sus tres Roland Garros seguidos y el ciclismo español (culpabilizado por la operación puerto, cuando debería ser todo lo contrario) que mancha su impoluto Tour de Francia, son las principales bazas que este periódico, sensacionalista y de poca calidad periodística (no se si igual o peor que el Marca), utiliza para apoyar su teoría.

A partir de ahí cualquier cosa, lo que a mi compañero de laboratorio le hacía partirse de risa a mi me dejaba, como poco, perplejo, al ver semejante espectáculo de fusión cultural hispano-mejicana.



EPO, te quiero, grâce a toi, je serais numero uno... sombreros mejicanos, de la guerra civil, guitarras, bigotes y un traje de luces, haciendo humor con España.

jueves, 5 de julio de 2007

El final

No diré parece que fue ayer porque no es cierto, tampoco diré que qué rápido pasa la vida, sí diré que el tiempo tiene un comportamiento extraño, o nosotros con él. Deseamos que pase, desechamos el presente por objetivos futuros, pensamos en como serán los días en que algo ocurra pero cuando esto llega echamos la vista atrás con nostalgia, apreciando más que nunca los momentos que algún día parecieron insulsos o sin significado, incluso los malos momentos.

Aeronáutico, por fin. Muchas cosas se me pasan por la cabeza que os contaré más adelante pero antes deciros que tengo una alegría en el cuerpo estos días y un no se qué bastante extraño, lo definiría como una liberación instantánea de cosas retenidas durante años (debe ser por eso mi tendencia a vociferar últimamente) mezclada con una sensación de qué guai que soy en toda regla, dejadme hacerlo por un tiempo.

Muchos ingenieros técnicos aeronáuticos que he tenido la oportunidad de conocer estos años me dijeron que se fueron de la escuela dando cortes de mangas y no volvieron jamás, yo no llegaré a tanto, mas bien lo que me apetece es irme mirando atrás y pensando: “Ahí os quedáis, ya no me pateáis más vosotros”. De todas formas el trato definámoslo de poco cariñoso de los profesores conforme pasa el tiempo parece cada vez mas tibio e incluso a estas alturas provoca risas (claro que en su momento risas les provocó a ellos).

Pese a ello, es innegable que esta escuela me ha hecho ser como soy, en muchos sentidos, muy diferente a aquel chico de provincias asustado que entro por aquella puerta hace ya casi cuatro años, tan diferente que al verlo entrar con el sobre de matricula debajo del brazo y mirándolo todo con cara de impresión me parece otra persona.
Ese chico se imaginaba que al terminar la carrera sería completamente diferente, no se equivocó, pero la imagen que de mí tenía es muy diferente a la realidad, no me siento adulto, no me voy a poner a trabajar todavía y ni siquiera me ha salido una barba decente…

Qué decir de cuatros años tan completos, felicidad, tristeza, amor, soledad, juergas, épocas de estudio intensivo, amigos, creo que ningún enemigo, responsabilidades, locuras… todo girando en torno a una carrera que ahora se acaba, como mis padres me enseñaron a dar las gracias ahí empiezo, los profesores.

- Señor Castaño: por enseñarme que un avión puede aplaudir y por tus ánimos con la máquina de picar carne.

- José Palacín: por mostrarme que el hierro moja el agua y cuales son los modales de una señorita.

- Emilia Palma: por tu “I love marathon” y tu Kerr que tanto nos hizo reír.

- J. Barbas: por explicarme lo primero que realmente entendí de la carrera, en el segundo cuatrimestre.

- Dictinia: como olvidar tu suspenso con 4.85 con dos puntos por no escribir que una función era par.

- Alcázar: por ser el profesor de la Matrícula de Honor que mejor me supo.

- Vitorino: por enseñarme lo que es una involución política y por dar clase de Dibujo Lineal sin escribir una sola línea en la pizarra “por no meter ruido en el circuito”.

- Rodolfo: por imitar el sonido del flujo de aire como nadie.

- M.A. Sanz: por no pegarme con su vara ni lanzarme ninguna silla y además ser tan buen profesor.

-A la cátedra de organización industrial: por ser la más desorganizada de la escuela y por tener el honor de tener el peor profesor que me ha tocado nunca.

- Chelo: por ser el alma máter de la especialidad y hacernos sentir orgullosos de ser materialistas, porque somos de materiales.

Si falta alguien, pues lo siento, pero tampoco es cuestión de aburrir al personal.

Y bueno, ¿Qué queda de importante? ¿Qué echaré de menos en esta escuela? ¿Sus madrugones? ¿Sus profesores? ¿Sus libros? ¿Su cafetería (incluyendo al hombre sudoroso que hace los bocadillos)? ¿Sus ascensores averiados? ¿Sus exámenes? No, lo único que echaré en falta sois vosotros, mis compañeros y desde hace mucho amigos:

- Sandra: por darnos de comer, por tu ilusión, por tu alegría y por tu ayuda en los momentos malos. Por tu sonrisa todas las mañanas que espero seguir viendo (un poco mas a mediodía a ser posible). Gracias.

- Jorge: por esas risas que siempre nos hemos echado a costa de “las dos petardas” y por mostrarme la realidad de las cosas. Eres el jujas que mas aprecio. Gracias.

- Víctor: por tu ayuda sin reparos desde que te conocí hasta el final. Por enseñarme que la simulación aérea no es un juego, por tu generosidad, gracias. Espero devolverte algún día los miles de favores que te debo.

- Alfonso: por las risas entre clase y clase, y dentro de ella también, por tu seriedad a la hora de ponerse a currar (véanse nuestras grandes prácticas), un lujo haber trabajado contigo. Gracias.

- Catalina: por esas horas muertas por la tarde, por tu buen humor, por no parar de hablar y por ser como eres, que fácil y agradable es todo cuando andas cerca. Gracias.

- Ferrán: porque los locos por los aviones y por el rugby también pueden ser muy buena gente, por tu alegría en todo momento. Gracias.

- Y para el final, mi cansina, Marina:
hemos compartido Colegio, estudios, amigos y todo tipo de momentos, buenos, malos e indefinibles. Tantas victorias y derrotas hemos vivido juntos que seguir el camino sin ti me pone triste, se acabaron los cánceres y subir y bajar de tu habitación a la mía, se acabó hacer planes entre página y página en la biblioteca, se acabaron cosas que sin ti nunca hubiera recordado con tanto cariño, se acabaron muchas cosas, pero queda algo mucho más importante, una amistad tan fuerte que, pese a que nuestros caminos nos lleven muy lejos, me acompañará siempre. Que nuestro andar se haya cruzado, y de qué manera, todo este tiempo, cosas como esa le dan sentido a la vida. Gracias.

Y no por no estar conmigo en la EUITA son menos importantes el resto, pero he aquí un agradecimiento más bien de gremio, no olvido a mi madre, mi padre y mi hermana que me dejaron marchar tan generosamente, a mis abuelos, que pese a dejarnos estos años se que siguen estando orgullosos, a mi abuela Matilde que tantas veces me dijo que no me vería ingeniero y ahora lo ve, a mi tía, a mis primas, a David y a todos los que formáis mi familia. A Cristina, a Miguel, a Mery y Rosa, a Óscar, a Marinita, a Jose, a Laura, a Marta y Álvaro, a Alberto y a los que formais mi familia de Madrid, a los que dejé con tanta pena en Albacete, Tzuzo, Ivan, Oli, Carmen, Carlos, Rafa, Agus… a todos mil gracias.

Qué agridulces son todos los finales más estando tan lejos de vosotros, acabar con una frase de una película es siempre un recurso fácil:

- ¿Ya? ¿Ya acabó?
- ¿Qué esperabas? ¿Un desfile? ¿Fuegos artificiales?
- Esperaba haberle encontrado significado.

Yo, por suerte, sí lo he encontrado.


sábado, 16 de junio de 2007

Problemas con la combustión espontánea (II)

Siguen los problemas de cosas que arden a mi alrededor, después de la combustión flamígera de mi ordenador podría empezar a preocuparme.

Iba yo en el autobús de vuelta a casa después de un día de duro trabajo, enfrascado yo en el juego de casino de mi móvil, un Motorola Startack del año de maricastaña (no he tenido tiempo últimamente de comprarme ningún libro y el tomazo de Tintín en el País de los Soviets no es para llevarlo al autobús). Cuando estaba a punto de quebrar a la banca, vino a mi recuerdo ese característico olor a cuando circuitos electrónicos se achicharran sin remedio, acerqué mi móvil a la nariz y no noté ningún olor extraño en él, pese a todo, decidí apagarlo en vista de la situación y de que dicho móvil no es mío y mi hermana me mataría si me lo cargo, le tiene mucho aprecio a esa pieza de coleccionista.

Sin saber en lo que entretenerme decidí echar una cabezadita, que no se puede hacer otra cosa en el autobús sino es leer, jugar con el móvil o dormir, porque mirar el paisaje que se repite dos veces al día se hace algo monótono.

Soñé con mi ordenador, sí, es triste pero es cierto, dormirse con ese olor a chusmarro que inundaba el ambiente no podía evocarme otra cosa, me desperté con el autobusero vociferando.

El autobús estaba en llamas, el motor había salido ardiendo, sin ni siquiera darme cuenta me vi arrastrado por la masa hacia el exterior, hay que ver como reacciona la gente cuando se ve en peligro, y más con la neurosis esta de los atentados terroristas, una negra gordísima, que pegaba codazos a tutiplén acab rodando por el suelo, aquello parecía una partida de bolos.

El autobús dej de arder por si solo pero sigui echando un humo del infierno y ese olor tan característico, una camioneta asesina vino a recogernos, derrapando por la carretera llegué a mi casa, sano y salvo, todo el mundo dejó salir a la gorda primero…

Esperemos que no haya que escribir mas capítulos de este tipo, si echo la vista atrás, ya van bastantes cosas que se rompen a mi alrededor, creo que todo empezó cuando enchufé mi play al enchufe de mi habitación del Colegio Mayor y dejé sin luz a 250 personas...

martes, 12 de junio de 2007

Pongamos que hablo de Madrid

Si este es un blog sobre un Erasmus en Francia no tendría mucho sentido escribir sobre Madrid, la cosa adquiere sentido cuando es un Erasmus en Francia el que hace un viaje a España y deja de ser español para convertirse en turista de su propio país. El calor, el ruido, los horarios son cosas que sorprenden y que agradan después de probar la vida francesa (o pegarse un empacho, según se mire).

La gente sigue gritando por la calle y la televisión sigue siendo basura, ETA vuelve a las armas y el mendigo de la calle princesa sigue pidiendo delante del Burger King. Los churros con chocolate siguen sabiendo de maravilla (al igual que las palmeras) y mi escuela sigue siendo una paradoja en sí misma (culmen del prestigio y del retraso). Los políticos siguen sin decir nada más que chorradas por la radio y el abono transportes sigue subiendo (dejo de ser joven dentro de dos semanas según Esperanza Aguirre que se ha llevado las elecciones de calle), los autobuses siguen yendo a velocidades vertiginosas y aumentan los agujeros debajo de la tierra, el Parque del Oeste se sigue quedando vacío de botellones en época de exámenes y la gente esta más susceptible por ello (por los exámenes, digo), el fútbol sigue siendo una válvula de escape para olvidar problemas y los atascos en la A-1 por la mañana siguen siendo un espectáculo (para mí, claro, para el resto una putada), los pisos siguen estando caros y los periódicos siguen viniendo con 12 promociones (tazas de Forges, discos de Sabina y Serrat, mis primeros clásicos ilustrados, recetas de cocina mediterránea y otras cosas imprescindibles), ir en bicicleta sigue siendo un suicidio y el Manzanares sigue estando lleno de mierda (y los patos que en él habitan sobreviven), sigue sin poderse fumar en ningún lado y J.B. sigue haciendo promociones por las calles de ciudad universitaria, los repartidores de publicidad así como los cientos de periódicos gratuitos te siguen avasallando a la salida del metro, el Mercadona sigue intentando batir el Record Guinness a la cola mas larga y siguen apareciendo Zaras, Pull and Bears y Berskahs como setas, las pijas y pijos madrileños siguen vistiendo sus bailarinas, su pelo planchado, sus camisas rosas y sus gafones cada vez mas grandes, el cachuli sigue en la cárcel, los chinos abren hasta horas intempestivas y siguen vendiendo hasta sus hijos por un precio razonable, sigue la estùpida moda de las Converse All Star y por ello siguen valiendo un ojo de la cara (siendo la zapatilla mas simple del mundo), la gente sigue dando conversación en el ascensor y los porteros sigue llevando bigote, ‘la dije…’ y ‘dámele…’ siguen siendo frases utilizadas y una gran patada al diccionario, la población sigue siendo pepera y en Chueca siguen pintando sus aceras de rosa, las prostitutas siguen en la Casa de Campo y el rey a unos cuantos cientos de metros en la Zarzuela…

España sigue siendo un país de contrastes, también una monarquía, lástima.

Os animo a que completéis la lista. Me hubiera gustado hacer una de Albacete pero el tiempo vuela, de todas formas espero que la guarra siga siendo guarra, que el alcalde siga siendo un borracho, que siga siendo la mejor ciudad en la que he vivido nunca y que las cosas sigan muchismo bien para todo el mundo.

Lo que no cambia ni cambiará nunca, es que la buena gente sigue siendo buena gente y los amigos siguen siendo amigos. Gracias Jose y María por vuestra hospitalidad y al resto por sacar tiempo de vuestros estudios para echar unas cañas, suerte a todos, nos veremos pronto.

lunes, 11 de junio de 2007

Resurrección blogera

Bueno, después de este impasse examenil, vuelve este blog con toda su artillería, curiosidades, sucesos y variedades varias de este tan francés país, espero que os reenganchéis y disculpas por todo el tiempo de abandono, apuraros que los commentaires d’or pronto llegaràn a su fin y se hará la gala de reparto de premios.

¿Quién ganará?

Tren y manta

Volver, con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien…

No ha habido nieve en Poitiers estos meses, tampoco mis sienes se han teñido de ningún color, todo será porque no han pasado veinte años como dice el tango, solamente cuatro meses.

Es algo, definámoslo raro, visitar tu propio país, tiene el mismo regusto que volver a casa el fin de semana, uno ve que todo queda igual y nada parece haber cambiado aparentemente, solamente impera esa sensación de que tu casa, tu barrio, tu ciudad en general dejó de ser tu mundo entero para ser una ínfima parte de él. Con el país supongo que pasa lo mismo, el haber estado fuera todo este tiempo hace que vuelva a compararlo todo, que salten a la luz detalles que nunca tuve en cuenta y también que ya no me extrañen cosas que antes sí lo hacían.

Mi ultima tarde en Poitiers me hizo darme cuanta de que estar tanto tiempo en Francia digamos que me había… afectado, puede que ya no sea un viajero en este lugar y que quizás haya echado algo de raíces. Tomando una cerveza en la plaza del Hotel de Ville con Daha, un compañero de laboratorio pasa de vez en cuando algún conocido, se para y tiene una de esas conversaciones con tanta profundidad sobre el tiempo y que vas a hacer el fin de semana, les enfants terribles nos reconocen y sonríen, puede que tanto a Daha (que es de Mauritania) como a mí ya nos asocien con el entorno, al igual que se puede asociar le pigeon-mec (el tío de las palomas) todo el día dale que te pego al las migas de pan.

El caso es que horas antes de dejar Poitiers y después de haber dejado a Daha y a unos cuantos en la terraza del bar fui a comprar el pan para cenar, lo que ya se está convirtiendo en una tradición, la mujer me ve entrar y me sonríe, me prepara la barra que pido siempre y me la da, compro unos croissants para el camino y me desea buen viaje, merci, au revoir. El hombre del estanco también me conoce, soy el español que llegó allí un día y por medio de señas le pidió tickets de autobús con descuento de estudiante (doy fe que al final los conseguí) y que los ha venido comprando estos meses, me llevo de paso Le Monde y alguna revista -¿Para el camino? No, para los amantes de Francia en España, el hombre vuelve a emitir ese sonido leve que tiene como risa y hace un intento de desearme buen viaje en español. Poco después me doy cuenta que estoy andando por Poitiers, con una barra de pan, el periódico debajo del brazo y comiéndome un croissant, siempre había pensado que se me da bien amoldarme a las situaciones, pero no hasta este extremo.

La maleta esta preparada, el billete, el pasaporte… (el cual me olvidé en Madrid al volver, viva la Unión Europea y la inexistencia de fronteras) caminando hacia la gare miro por última vez las calles y pienso que ya tienen algo mío, y yo de ellas, comienza a lloviznar, apresuro el paso. Cuando valido mi billete (cosas que se hacen aquí antes de coger el tren) una mujer con su traje de raso azul y con su gorrito de la SNCF (que nunca me dejará de recordar al de miliciano de la guerra civil) me pregunta que tren voy a coger, se da cuenta que soy español y me dice que si quiero anunciar el tren por megafonía en castellano, que lo suelen hacer por si hay algún español en la estación que no entiende francés. Yo creo no entenderla porque aquello me parecía demasiado gracioso para ser verdad pero ahí cogí el micrófono, la mujer me dice que tengo que decir el origen, el destino y la vía del tren mientras que su compañero, negro y vestido de igual manera no puede ocultar sus relucientes dientes del descojone, después de pensar durante rato qué decir salió algo como esto:

-Señoras, señores, el tren con origen Paris destino Madrid va hacer su entrada en la vía uno. Destino Madrid, vía uno. ¡Tos pa Madrid!

Puro estilo Atocha (de algo han servido tantas horas muertas esperando trenes allí) salvo el final, claro. Salgo corriendo para el andén mientras el negro se está secando los ojos de la risa.

Pero el viajero que huye, tarde o temprano detiene su andar…

El tren sigue con sus revisores que me caen tan rematadamente mal, me miran tres personas de lo mas variopinto al fondo del estrecho pasillo del vagón, uno bajito me hace con la mano para que me acerque. Dos franceses, un estudiante y un profesor; y un español, el bajito. Vuelvo a encontrarme en este tren con otro de tantos españoles que se fueron y que nunca volvieron, o quizás nunca lo hicieron del todo, alterna un francés y un castellano ambos con acento de pueblo, campechano y socarrón. Cuenta que cuando se fue España estaba muy mal, había hambre. Después de parar casi una hora en Hendaya (y paseos por su estación y conversaciones con los gendarmes) terminamos por abrir las puertas con el tren en marcha para ver el cambio de raíles, ni que decir tiene que los revisores que ya no son amables de por sí no estuvieron muy contentos con nosotros.

Después de meneo tras meneo y parada tras parada amanece y empieza a oler a por la mañana, asomo la cabeza por la ventanilla, huele a España. Madrid está ahí delante.

Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez.

Madrid para el siguiente post.

*Intermedios musicales: Volver. Carlos Gardel

lunes, 28 de mayo de 2007

De vuelta

Y es que hace casi un mes que no os escribo.

Lo siento chicos pero si ha sido asì es porque me es imposible hacerlo màs a menudo, lo que para un jefe son un par de ‘cositas’ (que te tienen agobiado ocho horas diarias) y hacer y mi ùltimo examen de la carrera me han tenido bastante ocupado.

Qué frias son las calles en Poitiers, se alargan los dìas pero el calor no llega, echo de menos esa chicharrina que caracteriza España cuando acaba mayo, aunque por lo que veo por allì y mas por La Mancha andan un poco encharcados.

El caso es que andar solo (este fin de semana ha sido puente otra vez y se ha ido todo el mundo) por las muy comunmente vacìas calles de Poitiers para comprar el pan (estoy en modo estudio-intensivo) es muy aburrido a si que suelo silbar alguna cancioncilla que anime el ambiente. Que Francisco alegre y olé y otros clasicazos españoles retumben por estas calles provoca reacciones de todo tipo, que te miren raro, que es la màs normal, que sonrìan, que no suele ser muy comùn, que se cambien de acera, que pasa a veces pero lo mejor es que un tipo te chille desde el balcòn a pecho partido con acento francés:

¡Ole y que viva la España!

Oh laa, y que viva la Fancia también.

Bueno, para contar esto ya me podrìa esperar a tener tiempo y no estar aquì en el cyber rodeado de chungos a dos centimos el minuto, os escribo asì aceleradamente para deciros que el sabado pròximo (2 de Junio para el que no sepa en que dìa vive) estaré por Madrid, espero una acogida calurosa con una orquesta y una alfombra roja por lo menos, y si hay algo de comer pues mejor, y que sea comida tipiquìma española, que estoy del queso emmental hasta los h...

Ya en serio, espero veros esta semana porque ‘tenis que haber creio un palmo’ como dice mi abuela y ademàs tengo muchas ganas de veros.

¡Hasta pronto!

viernes, 11 de mayo de 2007

Le huit mai, votez ikea

Francia se levanta, el día 8 de Mayo, fiesta nacional, con nuevo presidente. Nicolas Sarkozy.

Se conmemora hoy el fin de los combates de los aliados contra Alemania que pusieron fin a la II Guerra Mundial. Todas las calles se llenan de banderas (aun más) y se engalanan todos los monumentos dedicados a la victoria de la democracia y la libertad (que son muchos). Los anciens combattants, ya heridos por los años, se visten con sus uniformes y se prodigan en todas las ciudades actos en memoria de los represaliados por esta guerra. En París, se reaviva el fuego de la tumba del soldat inconnu y Chirac asiste a su último acto como presidente de la república.

Días raros son estos para Francia, después de unas elecciones que, justas a todos los efectos, han levantado otra vez la oleada de actos violentos, no existe ese aire de a ver que pasa a partir de ahora que hay despues de unas elecciones, sigue existiendo ese pesimismo existencial que inunda este país desde hace unos años. 700 coches (5 en Poitiers) diarios no llega a ser como en las famosas revueltas de hace dos años ni mucho menos las de mayo del 68 pero sientan un precedente muy malo, que alguien cuestione lo que se vota en las urnas. Todo ello acompagnado con el crucero de lujo por el mediterráneo que se ha pegado como celebracion Monsieur Sarkozy. Será probablemente un buen presidente para Francia, pero delicadeza no tiene ninguna.

Desterrando ya, para siempre, la política de este blog, os regalo un anuncio de Ikea que ha aparecido estos dias en Le Monde, simplemente genial.

Sin remordimientos... en Ikea dispone de 30 días para cambiar de opinión si es que piensa que ha hecho una mala elección.

Sí al cambio, vote Ikea

jueves, 10 de mayo de 2007

Angers, aceite y agua

Por la amable invitación de Pep (o Jose, Josep o Chema o como lo quiera llamar cualquiera que tenga la suerte de conocerlo) he tenido la oportunidad de pasar un placentero fin de semana en Angers. En esta ciudad he podido ver bastantes cosas pese no haber hecho un turismo demasiado clásico en ella, cosas que más allá de visitar sus calles o monumentos me han permitido ver la heterogeneidad de Francia, país que, antes de venir, supuse plano como una tabla (y no estamos hablando de orografía, tampoco de otras cosas menos políticamente correctas).

En primer lugar, visitar la residencia donde viven los alumnos de la ENSAM (Ecole Nationale Supérieure d'Arts et Métiers) es toda una experiencia. Esta especie de edificio, si podemos llamarlo así, alberga a numerosos estudiantes de esta universidad y es un aulario reconvertido en residencia, esta reconversión es poco más que un tabique para separar la cocina y el baño y un par de tablones para tapar los tragaluces que dan al pasillo, puede uno darse cuenta que estos franceses se apañan (o hacen que el resto se apañe) con poco. Ni siquiera se han molestado en cambiar los armarios (de metal) ni el suelo (realmente poco propicio para la habitabilidad) y ya no hablemos de pintura en las paredes o en el techo, que se caen a trozos en algún sitio. Todo ello en una universidad de renombre que, como mi añorada, ejem, Politécnica de Madrid vive del pasado y de su prestigio, pensando que jamás nadie podrá poner en duda su infinita superioridad al resto.

Sin duda, nada seria demasiado grave si por lo menos los residentes de esta universidad gozaran de agua corriente. Todo el problema viene a raíz de quejas por estómagos sueltos y caída excesiva de pelo pasando por la agonía de un chino (malasio, japonés o gente con ojos de sospecha, en general) el cual estuvo enfermo por ingestión de agua del grifo. Todo ello derivó en un estudio del agua de este edificio y fue tal la sorpresa que ahora ni se puede utilizar esa agua para ducharse de tanta cantidad de virus que tiene, no digamos ya beberla. Ya van dos semanas con doble ración de desodorante.

Fuera de residencias precarias, Angers es una ciudad de tamaño medio en Francia, (unos 200.000 habitantes) tiene cierto aire a Praga por la disposición de sus monumentos (río, catedral y castillo) pero no llega a ser tanto como ella (si no ya estaría llena de españoles). Es una ciudad apacible y tranquila y es el sitio fuera de España en el que he encontrado la calle más parecida a la Tejares de Albacete, cañas a tutiplén, mirando como pasa la gente y saludando al pueblo de vez en cuando.

Hasta esta ciudad tuve que irme para descubrir que esto de la homosexualidad ya es un movimiento bien montado y organizado. Estos colectivos tienen como una especie de calendarios en los que celebran cada semana un desfile de orgullo gay en diferentes ciudades cada dos semanas. Todo ello con autobuses alquilados, macrofiesta en la discoteca más grande de la ciudad y after para el que le siga yendo la marcha… Aunque todo quedó en una panda de locos subidos a un carromato bailando desenfrenadamente, ciertamente los de Madrid se lo montan mejor…

Y bueno, buen recuerdo me llevo de Angers, buena gente, risas varias y cosas que ver. A ver si volvemos para hacer turismo en sitios… más ortodoxos.

lunes, 7 de mayo de 2007

København, sirenas y otros ruidos

Llegar a un país como Dinamarca conociendo poco más que su capital es Copenhague, que Laudrup venia de allí y que tiene una sirena muy famosa le hace a uno entristecerse de lo paleto que es, pero bueno, al fin y al cabo, no es peor que decir que Albacete tiene mar o soltar alguna perla tipo las que aparecen en este mapa

Copenhague, siendo lo único que al final conocimos de Dinamarca, es una ciudad cosmopolita, alegre y abierta. La gente que vive aquí (daneses o no) es mucho mas simpática de lo que yo me podría haber imaginado por esos lares, añadiéndole la extrema educación que caracteriza a los norteños los hace gente realmente encantadora, de los que te dicen por que calle ir si te ven mirando un mapa como un jeroglífico egipcio o de los que frenan bruscamente para dejarte cruzar la calle, haya paso de cebras o no.

La ciudad, personalmente no me parece demasiado bonita, tiene avenidas anchas y grandes edificios, así como la suerte de rebosar de canales y mar también por todos lados, pero no tiene esa belleza “objetiva” que tienen ciudades como París. Tiene el defecto insalvable de ser algo sucia y de tener algún que otro (numerosos, ciertamente) edificio bastante cutre, pero en si creo que es una de las mejores capitales donde vivir, acogedora y viva.

Sabiendo ya que el gusto por la bicicleta en esta zona de Europa es casi enfermizo (y también muy ecológico), vi por primera vez las primeras bicicletas-carretilla, las primeras bicicletas-cochecito de bebe, y la mayor cantidad de bicicletas-algo que jamás me pude imaginar, todas ellas conducidas por la gente mas variopinta, en traje, en chándal, con tacones, en traje de noche (las utilizan incluso para salir de fiesta), con perro, sin perro, con niños, cajas. Mención especial a la bicicleta-manifestación, una pena que no pudiera conseguir una foto.

Esta ciudad, siendo mucho más cara aun que Estocolmo, tiene como principal atracción turística la Sirenita de Copenhague, que no deja de ser una estatua como cualquier otra. Equivocado estoy si no digo que tiene una leyenda bastante bonita que tiene que ver con otra sirena que acabó en Praga. No me enteré muy bien de la historia como os podéis dar cuenta pero creo que alguna de las dos se enamoró de algún marinero y se separaron, luego pasó alguna tragedia. Supongo que por eso tiene esa cara de tristeza la pobre.

Y aquí si, pudimos estudiar a fondo la noche copenagueña (me columpio yo con los gentilicios). Salir por aquí es realmente divertido y como dije, la gente es muy abierta (hasta límites insospechados, diría yo). Tomarse una cerveza en un bar cuesta una barbaridad pero economizando al máximo se puede pasar un buen rato sin gastar excesivo dinero, la gente te pisa y por ello te da conversación y te abraza, mucha gente va por el bar dando la mano a todo el mundo y los que están sentados en la barra te invitan a que te sientes con ellos cuando vas a pedir algo, todo en un perfecto inglés. Realmente uno se siente muy a gusto en una situación como esa, no se yo si era por mera costumbre o por el excesivo alcohol que reinaba en el ambiente.

Por esas cosas de que la tierra sea redonda y estar tan al noreste de la franja horaria amanece sobre las 4 y media de la mañana en estas fechas, pero les es igual, la fiesta y el jaleo puede continuar hasta que el sol pegue bien alto sin ningún problema. Se puede ver a esas horas (9-10 de la mañana) màs de una sirena que se va a dormir.

Otro de esos lugares imprescindibles es el canal de Nyhavn, para el que diga que las ciudades del norte no hay vida callejera, he visto pocas veces tanta gente en una calle sin ningún motivo especial (fiesta, manifestación o sucedáneos), todos sentados alrededor de uno de los canales de la ciudad, paseándose o comiendo en alguna terraza (en las que te dan mantas por si tienes frío, patrocinadas por Carlsberg, cada país con su merchandising, a nosotros nos ponen sombrillas). No olvidar que Carlsberg es danesa y que ha restaurado de su bolsillo la mitad de los monumentos y grandes edificios de la ciudad.

Mención aparte ha de tener Christiania, esta especie de barrio o aglomeración de casas en el barrio cristiano de Copenhague es un lugar bastante singular. En él, puede quedar uno de los últimos reductos hippies del mundo, aunque parece un reducto algo gastado ya que tiene página web. Se puede ver allí gente fumando porros a tutiplén tirado en el césped y pasando del mundo, así como la venta masiva de costo al peso y también policías antidisturbios deteniendo a algún trasgresor de la ley, que deben ser un alto porcentaje en esa parte de la ciudad. Dicen por ahí que quieren desalojar tal barrio, yo lo dejaría como reclamo turístico, igual que las reservas de indios en Estados Unidos, chacun son goût, non?²

Sirenas de todo tipo hay en Copenhague, todas, a su estilo, hacen de esta ciudad un lugar imprescindible para hacer en él cualquier tipo de actividad, legal, fraudulenta, ociosa, cultural y siempre placentera. Chacun son goût, definitivamente.

² Chacun son goût: cada uno a su gusto, como le de la gana.

viernes, 4 de mayo de 2007

Le tango des Présidentielles

Lo siento chicos, hago una parada en mi viaje por Suecia para contar otras cosas más de actualidad.

Puede que esto sea el fin de este blog, pero lo voy a hacer, venía intentándolo evitar desde hace mucho tiempo pero finalmente voy a hablar de política.

Estáis en vuestro derecho de no leer esto si no os interesa, pero supongo que no os vendrá mal saber como se las gastan los franceses en este tema.

Como sabréis, (espero) este domingo son las elecciones presidenciales aquí, en Francia, después de una primera vuelta con mucha incertidumbre y una participación (increíble) de más del 85 por ciento en la primera vuelta pasaron a la segunda vuelta Nicolas Sarkozy (partido conservador) y Ségolène Royal (partido socialista). Ambos, por delante del ultraderechista (esta vez, el gran derrotado) Jean Marie Le Pen y el centrista François Bayrou.

Después de chuparme el debate entre los dos candidatos (si, me da a veces por hacer esas cosas) oyéndolo por la radio echando un vistazo de vez en cuando desde mi ventana en la tele del vecino (eso es una larga historia que también os contare) me di cuenta que, además de que el idioma que habla esta gente me empieza a parecer comprensible y deja de ser una reunión de sonidos guturales extraños, que la altura de los políticos de este país esta muy por encima de la española. Ahora, antes de que penséis que estoy empezando a hablar raro y ha decir Oh, la la todo el tiempo (bueno, eso es inevitable, que lo penséis, digo) os contare por qué.

Pese a emitir ese olor extraño que cada político emana cuando abre la boca, ambos candidatos demuestran cada vez que hablan, su capacidad de persuasión y su ideología, sin ningún tipo de rodeo, hasta tal punto que podría llegar a votar a cualquiera de los dos después de escucharlo durante 10 minutos seguidos. Todos los años, los candidatos de la segunda vuelta se retan en un debate que paraliza el país y más que lanzarse piedras sobre si mi perro esta detrás de un atentado o si hay que liberar o no a un asesino, (uno en concreto solamente, con los cientos que se liberan injustamente en nuestro país) se centran en los problemas reales que tiene Francia.

Todo ello en un debate en profundidad. La seguridad, el trabajo, la economía, la investigación, la educación, la sanidad, la ecología, la energía, las pensiones, la inmigración, la política europea y las políticas exteriores. Temas en los que Francia tiene más problemas que España, como he dicho alguna vez.

Un debate en el que se podía ver que ambos candidatos tomarán, en el caso de ser elegidos caminos completamente diferentes, si no, opuestos. En seguridad Sarkozy defiende su ya conocida frase de “tolérance zéro” contra la delincuencia, sobre todo a aquellos que se enfrentan a la policía y queman coches y a los que se ha referido de la siguiente forma: “A la escoria hay que llamarla por su nombre, y ellos son escoria”, por ello no puede hacer mítines en ciertas ciudades. Ségolène, por su parte, es mas concreta en ese sentido y defiende el aumento de fuerzas de seguridad del estado, a base de presupuesto publico, izquierda pura.
Las 35 horas semanales fue el segundo tema de debate, mientras Sarkozy abogaba por la jornada de trabajo libre, liberalismo puro y duro, Royal abogaba por la continuidad de esta ley, el dilema radicó en si obligar a los empresarios a contratar mas gente para cubrir la demanda de trabajo o dejar a estos que se apoyen en las horas extras, cosa que se encamino el debate hacia el crecimiento del país y el paro, el cual ambos tomaron como ejemplo a seguir España, el cual, según ellos, supera a Francia ampliamente en tasas de crecimiento y ha alcanzado ya el pleno empleo técnico, que bien que se ven las cosas desde lejos.

En cuanto a investigación, educación y sanidad, lo de siempre, hay que aumentar los presupuestos y solucionar los problemas en los que estos servicios están sumidos, emigración de científicos franceses a otros países, violencia y fracaso escolar y precariedad de la sanidad publica, lo de siempre.

En cuanto a la ecología y a la energía, Ségolène aposto por mantener la energía nuclear y aumentar las energías renovables, interviniendo más ampliamente en el proyecto europeo de desarrollo de la energía nuclear tipo 3, la nueva generación de reactores nucleares de fisión.
Sarkozy demostró no estar muy puesto en el tema tecnológico porque se equivocó en ciertos aspectos técnicos lo cual aprovechó Royal para hurgar en la herida. Finamente se decanto por “no llenar Francia entera de molinos” y “la energía nuclear es una energía limpia”.

En cuanto al resto de temas que me faltan no puedo hablar de ellos porque además de que esto se esta haciendo muy largo me quedé profundamente dormido, (un debate de dos horas y media…) me desperté con la moviola del debate y todos los súper expertos escudriñando cada una de las frases del largo debate.

Qué decir de estas elecciones, Francia tiene bien definidos dos caminos a seguir, un Sarkozy liberal, que se califica como “un hombre de acción”, con soluciones concretas y severas, muchas injustas y equivocadas pero probablemente mas efectivas; y Ségolène, que opina que “una Francia más justa será más fuerte”, con un mensaje a veces demasiado ambiguo de reconciliación y colaboración basado en una Francia social y probablemente deficitaria.

El fin y el principio, domingo 6 de Mayo, en las urnas.



miércoles, 2 de mayo de 2007

Carretera y manta

Salidos, por fin, de Estocolmo, pudimos contemplar la Suecia profunda, de las granjas y los grandes bosques. El hacer un viaje así en coche le da a uno la oportunidad de ver muchos pueblos y paisajes realmente poco usuales, altamente recomendable para el que quiera ver algo de Suecia fuera de lo que se ve normalmente como viajero ocasional.

Pese a no parar demasiado en estas ciudades por lo largo del viaje, se puede ver a medio camino entre Estocolmo y Copenhague un paisaje lleno de bosques espesos en los que nos sorprende cualquier forma de agua de vez en cuando. Sobre todo el gran lago (salado, se desveló la pregunta existencial) en el centro del país, el Vättern, que pese a su curioso nombre resulta la mayor cantidad de agua junta (excluyendo el mar, claro) que he visto en mi vida.

El paisaje transcurre entre pueblos tranquilos donde nunca pasa nada y pequeñas granjas, centradas en la ganadería y en la madera, por lo difícil que es el cultivo en esas tierras. También hay alguna ciudad intermedia entre pueblo y capital, (Linköping, Jonköping y Norrkoping, que poca originalidad en los nombres) pero lo normal era estar rodeado de bosques donde no se ve mas allá que el segundo o tercer árbol. Allí tenían que vivir los vikingos con sus cuernos y sus mujeres con trenzas rubias y ojos azules, pero me vuelvo a ir al siglo XV. Como cosa curiosa, la leña en estaciones de servicio se vende a unas 20 coronas (2 euros y algo) el paquete de 5 kilos.

Finalmente, al sur y cuando toda Suecia se encuentra a espaldas de uno, aparece una maravilla arquitectónica-ingenieril, (para que no se me enfade ningún gremio) el puente mas largo que haya visto yo también en mi vida. Sus casi ocho kilómetros unen Dinamarca y Suecia dejando su ya casi inexistente frontera justo en medio del puente. Realmente bonito de ver para aerotrastornados y arquitectos recalcitrantes.

Pasar dicho estrecho de Oresund (o Øresundsbron como dirían los lugareños) es toda una experiencia, y ver las diferencias que unos cuantos kilómetros de mar pueden originar, otra aun más grande, pero eso va para el siguiente post.

lunes, 30 de abril de 2007

La Suède me prends à la rigolade

Anda que si estais en Estocolmo el 25 de mayo y os perdeis a Julio Iglesias en su Romantic Classics Tour...

No sabía que el ‘me va, me va, me va, me va, me va' hubiera llegado tan lejos, o por lo menos, tan al norte.

Cleaner than water

Uno de esos lugares adorados por los puestos en el noble arte del Vodka y aun más los especializados en la prestigiosa marca Absolut, es el Stockholm Ice Bar Cafe. Aprovechando la ocasión de visitar la ciudad, pasamos por dicho bar y ciertamente nadie quedó defraudado.

Este bar esta insertado en el Ice Hotel de Estocolmo que no es, como pensamos al principio, el famoso hotel hecho entero de hielo (el cual, si mi riqueza me lo permite algún día, visitaré). Para entrar hay que hacer reserva previa y solo se puede estar en el alrededor de una hora por la alta demanda, pero merece la pena vestirte de esquimal para beber tan gustosa bebida completamente rodeado de hielo.

El bar tiene paredes, estanterías, asientos, barra, vasos y televisión de hielo, y solo se sirve Absolut Vodka mezclado con cualquier tipo de sirope y aditivos (hasta unos 20 cócteles). El paraíso para más de uno que conozco y realmente digno de ver para el resto.

Este bar fue el primero de los muchos que se están prodigando por el mundo, visto el filón los hay ya en zonas muy cálidas. Todo el agua con la que estaba hecho el bar venia de no se que río del norte de Suecia, no sería de extrañar que fuera agua del grifo.

Es uno de los pocos lugares donde puedes beber y comerte el vaso, congelarte tipo Han Solo en el Retorno del Jedi, refrescarte el culo al sentarte, ver la tele en una pared de hielo (realmente era un proyector enfocado a una pared de hielo opaco) o charlar amigablemente apoyado en una barra que se derrite si le soplas o se desconcha si le rascas, muy divertido.

viernes, 27 de abril de 2007

De retour

Se desvela aquí el gran misterio, que no sabia nadie, ejem, de donde estuve de vacaciones esta semana, y chicos, sí, aunque no lo creáis estuve en Suecia y Dinamarca. En cuanto a lo del premio a quien lo acertara, evidentemente queda desierto, porque si tuviera que recompensar a todo el mundo que lo sabía tendría que empeñar mi billete de vuelta a casa, que vale un ojo de la cara, y no queremos eso ¿verdad?

Bromas aparte, el viaje fue increíble, os recomiendo ampliamente ambos países, se queda uno con las ganas de pasar más tiempo allí.

Por hacer esto más ameno y para no aburriros demasiado dividiré este viaje en diferentes posts, ahí va el primero.

Stockholm, kapital


Es increíble la cantidad de mitos y leyendas que has acumulado desde niño que pueden caer en un abrir y cerrar de ojos, solo hay que poner un pie en el lugar de los hechos, es poco mas simple que sentarse y mirar.

Era la primera vez que pisaba yo más al norte del continente de Europa, nunca había pasado mas allá del estrecho de Oresund, que divide Dinamarca y Suecia (esto lo he mirado en el Google, a ver si os vais a pensar cosas que no son).

Lo primero que se da uno cuenta cuando llega a Estocolmo es lo inevitable a la vista, mar por todos lados, esta región de costas angostas y sinuosas tiene la capacidad de sorprenderte con un trozo de mar en cualquier parte, no un mar claro y abierto con un horizonte infinito como estamos acostumbrados sino un trozo de agua que aparentemente podría ser un río pero que por su olor a pescado y a gaviotas (mas bien a los regalos de las gaviotas) deja claro que estas frente al mar del norte, y ojo con meterte porque puedes salir morado del frío.

Se podrían enumerar la cantidad de ideas preconcebidas que tiene uno de los países escandinavos y daría ya solo para un post: gente paseándose con gorros con cuernos cargados con hachas, mujeres mofletudas con rubias trenzas y ojos azules, tabernas angostas… (bueno, creo que me estoy yendo al siglo XV), tiendas de Sony Ericsson por todas partes, Ikeas, salmones, pornografía y sobre todo esa fama de ser el país con el mayor bienestar social y con mayores índices de felicidad del mundo, todo sin olvidar que, cuanto mas al norte, todo es más limpio, más europeo y mas guai, según muchos.

Estocolmo es, sin duda, una ciudad norteña (podrían darme un premio por esta afirmación), se nota en muchas cosas, sobre todo, en el color que impregnan las calles, de un tono mucho mas oscuro que las ciudades del sur, no por su climatología (sol radiante alternado con lluvia poco densa y 6 grados de media en el tiempo que estuvimos allí) sino por el aspecto de las fachadas de sus edificios, calzadas y mobiliario urbano. Cuidad industrial donde se precie, está compuesta por 14 islas, por lo que toda la ciudad en si es costera por tener mas kilómetros de frontera con el mar que cualquier ciudad con una costa linear (cosa que pasa con todo el país en general). Se puede ver en ella mucho más ruido y tumulto del que me esperaba, ser capital la hace mas bulliciosa por aglomeración de gente y actividad, sobre todo en las partes subterráneas de la ciudad, donde existe mucha vida (haciendo ese frío a finales de abril, no creo que salgan mucho a la superficie en enero). Aún así no me esperaba encontrar a unas veinte personas esperando el metro y la taquilla abierta a la una de la mañana (creía yo por mis experiencias en Inglaterra que mas allá de los pirineos no existía tal cosa, veo que me equivocaba).

Esta ciudad tiene el “honor” de compartir con Hamburgo, Ámsterdam, Brujas, Lübeck y San Petersburgo de que alguien la halla llamado la alguna vez Venecia del Norte y como no he visitado Venecia no haré ninguna apreciación al respecto, eso si, no me imagino góndolas paseándose por allí.

Caminando por las calles de esta ciudad, uno se da cuenta la pasión que tiene este país por su familia real, tendencia sadomasoquista popular que no llega a ser tan grande como en Inglaterra (donde realmente da lastima, vista la historia reciente que esa dinastía nos esta regalando). Se pueden ver postales por todos lados, tacitas y souvenirs varios de Carlos Gustavo, rey de Suecia y su honorable familia además del palacio real en todo el centro de la ciudad, jolie, como dirían aquí en Francia.

Pero sin duda, ir hasta tan lejos y pasar allí unos días ayuda a hacerse una pequeña imagen mental de la zona, no son tan rubios ni tan altos (morenas de bote incluidas, jamás pensé que viviría para verlo), los paisajes no son tan verdes, no son tan europeos (guais, perfectos y felices), no son tan limpios, ni tan educados, ni tan cerrados.

Es difícil profundizar en este país de frío, bicicletas y mar en 3 días, pero basta ver una foto de gente tomando el sol y bañándose en el puerto de esta ciudad para darse cuenta que no nos parecemos ni en el blanco de los ojos.

Nota: en clara alusión al comentario de Tárraga (próximo Erasmus en este país), el tema colowinis y cervezuelas está realmente bien, y la noche sueca también pinta muy bien aunque no la estudiáramos a fondo, eso sí, ya puedes ir apartando unos ahorrillos para surtir este tema.

Triste que en el país que inventó el Absolut Vodka la botella cueste unas 180 coronas (estos suecos inadaptados, al igual que Inglaterra y Dinamarca, mantienen su moneda), es decir, unos 20 euros.

martes, 17 de abril de 2007

Vacances

Debido al periodo de vacaciones primaverales este blog se toma un descanso hasta la semana que viene. Su autor, un servidor, emprenderá un viaje mañana hacia un lugar desconocido. Este destino será mantenido en secreto hasta mi vuelta por diferentes razones (paparazzis incluidos) y se abre por tanto un concurso derivado de ello: ¿Donde esta Pablo?

El que lo adivine se llevara un bonito souvenir de dicho lugar

Nota: el que ya sepa o averigüe el destino por cauces fraudulentos (véase preguntárselo a mi madre) queda fuera de este concurso. Bases depositadas ante notario, otra vez.


Los frikis y el huevo gigante

Compartir espacio vital no es siempre sencillo. Como diría aquel anuncio de un coche, en el que salían personas con una especie de burbujita a su alrededor que representaba su espacio vital, (los anuncios de coches nunca tienen desperdicio) podemos hacerlo de muchas formas diferentes, podemos querer compartirlo, puede que tengamos que compartirlo aunque no nos apetezca o quizás compartirlo sea todo un placer… ciertamente, compartir piso con siete personas da lugar a situaciones de todo tipo, en cuanto a compartir espacio vital se refiere.

Andaba yo preparándome para cenar (no eran todavía las 7 de la tarde) cuando pasa por la puerta de mi habitación (la cual siempre anda abierta) una especie de sombra gigante tan instantánea que no llegas a reconocerla. Supuse que son esas cosas que se ven por el rabillo del ojo y que se desvanecen en décimas de segundo por lo que seguí con lo mío.

Poco tarde en darme cuenta que me equivocaba, a los pocos minutos se armo un escándalo tremendo en la casa, empecé a oír gritos de jubilo en francés los cuales, por supuesto no tuve ni idea a que se debían hasta que llegue a la habitación de Morgane.

Por lo visto, aquí en Francia, les dio, hace muchos años, por hacer lo contrario que los españoles en estas fechas, en vez de honorar y enaltecer la muerte de Jesucristo, prefieren regocijarse en que resucitó, por lo que, en ese día empezaban dos placenteras semanas de vacaciones. Por ello, celebran este gran acontecimiento con huevos de chocolate, hasta el punto que te puedes tropezar con ellos en el autobús, la universidad o incluso en la puerta de la comisaría…(verídico).

La historia, y no me voy de lo importante del asunto, es que mi compañera de piso ganó un concurso en el restaurante universitario que consistía en adivinar cuanto pesaba un huevo gigante de chocolate que había expuesto en el mostrador, el huevo medía como unos 80 cm de alto y 40 de ancho y Morgane, sólo se equivoco en dos gramos de los 5.877 Kg que pesaba dicho elemento. Ahora la pregunta reside en ¿Cuánto tardo el huevo en dejar de existir como tal? Pues la respuesta también podría haber dado para un concurso, pero os lo voy a desvelar, menos de 48 horas. Una pena que no me diera tiempo a hacer una foto a tal huevo antes de que se encontrara en un estado lamentable.

Entre huevos y gallinas, empiezan las vacaciones en Francia, se nota en todas partes, la gente es feliz, sonríe, todos se despiden deseándose buenas vacaciones, el autobusero me habla y me cuenta chistes, hay gente en la calle. Una delicia.

Y como no, la gente sale más de fiesta, y como ejemplo radiante la que se montaron mis compañeros de piso. Uno de ellos, juega a un juego en Internet de estos de dedicarse a matar marcianos (bueno, ahora vienen de todas las galaxias) y decidió reunir a toda su panda de amigos frikis en casa.

Es realmente curioso una noche de fiesta bebiendo vino a palo seco (aunque en cuanto probaron mi calimocho no bebieron otra cosa) y cerveza en botellitas de cristal de 25cl, bailando todos alrededor de un huevo de chocolate gigante canciones de la infancia francesas.

Cuando una horda de frikis franceses, un huevo gigante de chocolate y un español comparten espacio, se dan situaciones muy curiosas, os aseguro.

viernes, 13 de abril de 2007

Colaboración Especial

Un servidor tiene el gusto de presentarles, como primicia y lujo para sus lectores, la primera firma invitada de este blog. Éste no es ni más ni menos que Carlos Alejandre.

Como enviado especial desde tierras asturianas a los barrios bajos de Reims tendrá la oportunidad de contarnos sus mas diversas peripecias en sus ya siete meses de Erasmus. Para las pocas personas que no tengan en gusto de conocerle, Carlos es estudiante de 4° de derecho en la universidad de Oviedo. Tiene una ya afamada carrera en representación estudiantil dentro de la delegación de alumnos y un futuro prometedor en su gremio, lo cual nos vendra de maravilla cuando alguien nos tenga que sacar de apuros con la justicia.

Es, sin duda, una de las personas más doctas y adecuadas para escribir en este blog por lo que tenerlo entre nosotros es todo un honor.

Ahi va su primer post.

Desde Reims: Las 12 Pruebas

Éste pequeño post que mi amigo Pablo va a ser tan amable de publicar como "firma invitada" en la sección Me prends a la rigolade, es en realidad France m´etonne (Me asombra, me deja anonadado), ya que lo que voy a contar fue una de las primeras experiencias que tuve con el funcionariado francés y no me hizo ni puta gracia.

Allá por Septiembre, cuando aun no habíamos llegado todos los españoles a Reims, la ciudad donde tengo el privilegio de residir actualmente, llegó uno de mis actuales compañeros de residencia, más precisamente mi vecino. Tras ir al Crous a confirmar su alojamiento y hacer los diversos seguros necesarios para que te franqueen la entrada (el de alojamiento y el de vida), y tras varias horas de ir de una oficina a otra como si estuviéramos en las 12 pruebas de Astérix y Obélix, llegamos a la oficina de la Residence Georges Charbonneaux para que le dieran habitación a nuestro nuevo amigo. La hora, las cinco menos veinte. Una vez dentro, la secretaria, una señora bastante alta con mucha mala cara y poca amabilidad (apodada por nosotros la libélula) nos pregunta lo que queremos. Le respondemos que ha llegado un amigo nuevo, y que tiene ya todos los papeles, que solo le falta la llave para poder dormir en la resi. Y la señora, con toda su cara, nos responde que está desolé, pero que ella tiene que cerrar la oficina a las 4 y media, y por tanto, no puede darle habitación hoy. Por supuesto, pusimos el grito en el cielo, el amigo ya había tenido que dormir una noche sobre el suelo de la habitación de otro compañero el día anterior, y no son más de 5 minutos lo que ella tendría que hacer. Pedimos, rogamos, suplicamos, exigimos que se le diera una habitación, pero ni lloros ni gritos sirvieron con esta señora que se fue a su casa dejando a nuestro amigo en la calle. Os imagináis que esto pasa en España?? Dejar tirado a un extranjero que no conoce el idioma, ni las costumbres del país, a un tío que podría estar solo, a 1000 kilómetros de su casa, por no trabajar cinco minutos más?? Pues ella lo hizo con toda la tranquilidad del mundo, simplemente dijo "Desolé, je peux rien faire" y se fue a su casa mas contenta que unas castañuelas.

Deben de pensar que nos da igual tener que gastarnos el dinero que necesitamos para comprar la comida en dormir en un hostal otra noche (cosa que no pasó porque el chaval tenia amigos y compatriotas allí, pero si llega a ser un griego o un sueco, alguien que no hubiera conocido a nadie, se hubiera tenido que buscar la vida).

El símil de la casa de las 12 pruebas no era vano, porque como ahora veréis, la burocracia francesa ha alcanzado un desarrollo mucho mayor que la española.

Tú llegas a Francia sin nada más que una carta que te cita en el crous de la universidad, habiendo elegido residencia. Lo primero que haces es ir a una oficina donde te atiende una señorita encantadora que te da unos papeles a firmar y luego te pide el seguro. Tu, claro, no sabes nada de ningún seguro, así que te buscas una aseguradora y te lo haces como puedes, entendiendo una palabra de cada 5 y sonriendo y asintiendo. Vuelves y te dice que te falta el seguro sobre tu persona. Ahora ya tienes el de el estudio, así que vuelves a la aseguradora y luego al crous. Con la attestation de demanda de seguro (un papel que dice que has pedido y pagado el seguro) tienes que ir a la oficina central de la aseguradora y con eso te entregan el verdadero seguro, llave hacia el alojamiento. Con ese papel, mas una attestation de estar inscrito en la universidad de reims, te dan la llave de tu minipiso. Y luego necesitas un papel oficial, llamado attestation de logement para poder abrir una cuenta bancaria.

Y Astérix se quejaba, él, que no tenía nada mas que conseguir el formulario B-27.


Carlos Alejandre

jueves, 12 de abril de 2007

La France me prends a la rigolade (IV)

Quien no recuerda con los ojos humedecidos por la nostalgia aquellas tardes de críos viendo Oliver y Benji, todos soñamos con ser los mejores jugando al fútbol e irnos con Roberto a Brasil. También ganar el mundial, aunque hubiera sido con la camiseta de Japón (no se que es más improbable, que gane Japón el mundial o lo haga España).

Por esas cosas del destino de un país, y para que se den cuenta los guionístas de televisión lo fácil que es cambiar la vida de toda una generación véase este ejemplo:

Olive et Tom, champions de foot’

Por lo visto, antes de su salida al estrellato, los traductores franceses decidieron dejar a Benji en la estacada y titular la famosa serie como Oliver y Tom, bueno, Olive y Tom. Qué atentado contra la razón, me dio ganas de comprarlo solo para ver qué canción se les ocurrió inventar a esta panda de desalmados después de cometer semejante atropello contra nuestros queridos ‘magos del balón’.

La France me prends a la rigolade (III)

Caminando por las calles de Poitiers, y en cualquiera de Francia, puedes encontrarte con una reivindicación de caracter homosexual, hasta ahí, nada fuera de lo normal. Lo raro es cuando viene del mundo de la construcción. Sin ningún tipo de tapujos y sin miedo a las replesalias y al rechazo ahi va la reivindicación :

‘Piétons, changez le trottoir’ (Peatones, cámbiense de acera).

Otros, se atreven a asergurar (no hay documento gráfico) que ‘Peatones, por su seguridad, cambien de acera’. Debe ser una acera peligrosa en lo que al ambito homosexual se refiere…

Me alegra que nadie se esconda y que muestre sus sentimientos tal y como son. Es su derecho. Cuan avanzados estan en este país…

Ya os pondre el cartel de : ‘Por favor, salga del armario’, el colectivo de la carpintería tampoco debe haberse quedado atrás.

martes, 10 de abril de 2007

Blog festivo

Después de 22 posts, horas delante del ordenador buscando la forma de encontrar eñes y vocales acentuadas, después de agasajaros con regalos para que escribieseis y de muchas cosas más hemos conseguido hoy mismo lo que creí que no conseguiríamos hasta finales de junio:

¡100 COMENTARIOS!

Enhorabuena a todos los que hayais contribuido a esta tan gran proeza.

Muy pronto serán anunciadas nuevas sorpresas, secciones y firmas invitadas a este blog (muy expertas en el tema erasmus). Como adelanto una foto de cuando tenía 15 años festejando el gol 100 de mi equipo en la liga municipal... (no se me ocurría otra foto relacionada con el número 100 y así os reís un rato)

jueves, 5 de abril de 2007

La vie en rose

Sentirse insignificante puede ser interpretado de muchas formas. Dícese estar en una gran ciudad donde no eres más que un punto en una fotografía dispar y alborotada, en mi caso, este estado me es placentero ya que puedes hacer lo que te venga en gana sin temer nada más que a tu conciencia y a las leyes. Es decir, puedes hacer el ridículo más espantoso que como mucho la gente desviará su atención durante décimas de segundo y seguirá su camino. En mi caso, París es una buena opción para hacerlo y el destino (o los vuelos con horarios intespestivos) me ha puesto en esta ciudad en completa soledad durante un día entero. Veamos.

Asomé la cabeza por la salida del metro de Pyramides a las 5:30 de la mañana y lo primero que pude divisar fueron tres mendigos en la puerta este del Louvre, mendigos con mucho gusto por el arte porque dormir en la puerta del Louvre para entrar los primeros es más que gusto, pasión. Poco después descubrí que el museo no abría ese día, a si que eran mendigos a secas. Debido a que tenía que esperar a que abrieran la embajada de España (papeleos que darán para otro post) y que, ciertamente, ya había visto todo lo que hay que ver de París y ya me puedo morir, me dediqué a promenearme (se promener: pasearse, dar una vuelta) por los jardines del Louvre y las Tullerías. Bueno, no sin antes estar dos horas en una cafetería delante de un cafe au lait y un croissant gorroneándole el periódico al del bar, perdón, café.

Ciertamente, lo que más me impactó de los periódicos de París fue la sección de ‘Manifestaciones del día’. Se ve que todos los días en París hay manifestaciones, porque esta al lado del parte meteorológico. Mirando detenidamente sobre que tema se quejaban hoy los franceses me sorprendio la siguiente manifestacion ‘Infirmières malheureuses’ (enfermeros/as cabreados). En vista de que toda mi familia trabaja en un hospital y que mi hermana pertenece a ese selecto grupo, no podía faltar…

La tal manifestación resultó ser una panda de enfermeros y enfermeras bastante bien organizada, llevaban sus camiones-manifestación con altavoces y lanzadores de panfletos así como espacio suficiente para lo imprescindible: banderas, pancartas, palos (para las banderas), todo muy profesional. Lo que sucedió en la manifestación, la verdad nada con mucha chicha, cortaron un par de calles y se subieron a un par de semáforos. Los pobres conductores respondían a tal agravio en su vida normal con sorna y bastante buen humor, debe ser que la vida normal en París sea tener manifestaciones. Supongo que es tan normal que hasta había un hombre vendiendo silbatos a tres euros, el sindicalismo tambien se vende.

Después de mi affaire hospitalario (que desde la sinceridad me pilló de paso para comprar los billetes para volver a Poitiers) y de mis lios con la embajada y el consulado tanto trabajo merecía darse un homenaje. Decidí en un arrebato de generosidad hacia mi mismo (y porque estaba solo y no tenia que invitar a nadie) comer en el mejor restaurante cerca de la Tour Eiffel. Las vistas de ese lugar son impresionantes y da mucho gusto comerse la especialidad de la casa, sandwich au jambon de París et fromage emmental, contemplando el maravilloso monumento (y esta vez si hablo en serio, con lo de maravilloso). Lo mejor, el precio, 5 euros con cerveza incluida. Cuando vengáis a Francia os llevaré, solamente hace falta una buena navaja de Albacete y algo para no mancharse el culo con el cesped del Trocadero, minucias.

Hablando ya en serio, el bocadillo me estuvo buenísimo viendo como cientos de turistas se avezaban por entrar en la torre, esperando pacientemente en una cola durante horas, la vida del turista es realmente dura.

Después del Trocadéro, Champs-Élysées, Louvre, Place de la Concorde y de mi enésima visita al metro (en el que pude presenciar el avance de la tecnología en forma de pasarela móvil a velocidad hipersónica) dejé para el final la Cité (o isla central de París, cuna de todo este circo de país que se han montado). Allí pude comprobar que no se puede ser punto insignificante en ninguna parte del mundo, allá donde vayas habrá alguien que te conozca. Nada más llegar a la plaza me encuentro con dos guadalupanos, César y Luis José, dos latinoamericanos que como es costumbre en mi ya añorado Colegio Mayor se dan una vuelta por Europa en cuanto tienen vacaciones. ¿Recordáis de lo del mesón manchego? Pues cambiadlo por un guateque puertorriqueño y ponedlo en la plaza de Notre Dame.

Y bueno, finalmente, después de mucho meditarlo, después de temer represalias desde muchos puntos de la sociedad, después de esconderlo durante mucho tiempo, lo siento, no me gusta París. Pido perdón a todos los implicados, bohemios; amantes de lo etéreo, del amor y lo romántico en general; a La Mona Lisa y a La Madeleine; y a todo portador de boina o comedor de croissants).

A los primeros, les digo que París es la ciudad menos bohemia del mundo, todo a base de tener el m² de vivienda a casi 10.000 euros en casi todos los arrondissements (arrondissement: barrio, zona) y de centralizar toda la cultura en organismos oficiales tipo ‘La liga de los bailadores de claqué’. Ha quedado muy atrás la época en la que esto era cuna de grandes artistas y pensadores.

Al segundo grupo le digo que la belleza de París está enlatada al vacío y se vende (muy cutremente, por cierto) a precios prohibitivos con una filosofía de ‘Tanto pagas, tanto ves’ como ejemplo lo siguiente : Torre Eiffel: primer piso, 5 euros, segundo piso 7’5 euros, tercer piso 11’5 euros. Resumiendo, que no me vuelan mariposillas en el estómago ni floto cantando la vie en rose cuando paseo por París, debo estar podrido por dentro, no sé.

A la Mona Lisa y a la Madeleine les acepto que París es un monumento inigualable en sí mismo, pero para mi gusto tiene demasiado arte y poca historia en sus calles, ahí habéis pinchado en hueso conmigo.

Y al resto (boinas y croissants), una frase de Joaquin Sabina:
‘Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid’

miércoles, 4 de abril de 2007

Bienvenue á Poitiers

Muchas veces me he preguntado y creo que cuanto más investigo menos me gusta, el conocimiento que tiene la gente extranjera de España. Esto me vino otra vez a la cabeza cuando contemplaba, en medio de una recepción del ayuntamiento de Poitiers a los estudiantes extranjeros, una serie de espectáculos típicos de países. En ellos, no tuvieron la decencia de poner nada español, pero bueno, me imagino que hubieran sido unas sevillanas muy bien bailadas por alguna pareja de franceses españolizados.

Esta recepción, la cual yo supuse como francesa por lo similar a las recepciones del Colegio Mayor en la actualidad (tiene una directora más francesa de lo que uno se puede imaginar) no tuvo demasiadas cosas a destacar por lo sosa que fue.

Aunque la noche de San Patricio terminó siendo larga hasta que nos fuimos a casa, me desperté pronto (debe ser porque no tengo persiana en la habitación y no me queda mas remedio) y llegué allí de los primeros. Delante de mí, una kilométrica mesa llena de suculentos dulces franceses de todo tipo. Ni que decir tiene que los probé todos, a destacar, una especie de torrijas de esas de Semana Santa pero mucho más grasientas y jugosas, por lo demás, diferentes gâteaux con igual pinta que los españoles pero con regusto francés, muy buenos.

Dejando el tema culinario, que me pierde, la recepción fue bastante aburrida, mucho chino (o japonés, filipino, vietnamita, coreano) por todas partes, muchos latinoamericanos (que están un poco de la cabeza la mayoría), alguna rusa de mofletes rojos y otros europeos varios.

El espectáculo del que os hablé fue bastante ameno, aunque me pareció que nos trataban como a unos turistas con poca idea porque la danza del vientre estilo francés-brasileño que se pegaron fue bastante cómica (y no es que tenga yo mucha experiencia en danza del vientre, pero saltaba a la vista) y las clases de cha cha cha en francés me causaron risa (igual que causa risa un chino bailando sevillanas y sobre todo verlo aplaudir).

Aunque eso si, jamás pensaría yo que bailaría el cha cha cha, que lo haría por un profesor francés y con una rusa mofletuda que además bailaba muy bien.

viernes, 30 de marzo de 2007

La France me prends à la rigolade (II)

Hacer grafittis en Francia ha alcanzado el siguiente nivel. No se conforman estos artistas urbanos con pintar en las paredes y ya está, han decidido (y he visto ya muchos casos) abrir las marquesinas publicitarias, darle la vuelta a los anuncios y ahí expresar sus sentimientos.

Cualquiera puede pensar que es una estrategia publicitaria de lo más sugerente, pero no, el mensaje no es precisamente a favor del consumismo:

" J’enmerde la pub, les riches, les états, leurs chiens (la police), les valeurs, la morale, les critiques de gens que votent les armées, et je te dis que la suite si on n’enferme pas avant, (il vas falloir beaucoups de pub!) un autre désastre est possible. "

" Me cago en la publicidad, en los ricos, los estados, sus perros (la policía), los valores, la moral, las críticas de la gente que vota los ejércitos, y yo te digo que si después de no enfermar (van a hacer falta montones de publicidad) es posible otro desastre. "

Perdón si la traducción no es demasiado precisa (ya me corregirán los lectores puestos en el francés). Y que alguien me explique que desastre es del que habla este hombre.

Bueno, después de lo de anteayer en la Gare du Nord de Paris (se estuvieron dando la policía y unos ‘cuantos’ jovenes durante 16 horas seguidas) lo que va a pasar es que va a arder Troya, pero sigo sin ver lo del desastre.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Problemas con la combustión espontánea

Debido a que durante mi arduo trabajo en el L.M.P.M. mi portátil ha salido ardiendo (literalmente, y menuda se ha armado) no he podido y se me va a hacer mucho más difícil escribiros a partir de ahora. Espero poder escribiros regularmente cada semana aunque eso implica quitar horas de mi maravilloso proyecto. Lo cual no es muy complicado...

Por lo visto, esta combustión espontánea se debe a la batería ya que mientras el ordenador ardía, seguía funcionando. Fantasmagórico.

Espero, en cambio, seguiros teniendo como fieles seguidores de mi blog, pese a las fatalidades.