sábado, 24 de febrero de 2007

Le “site” de Futuroscope

Una de esas cosas que nunca he supuesto proporcional, ni siquiera relacionada, es la belleza de una ciudad con su habitabilidad, pongamos un par de ejemplos. Ciudades como Paris, en las cuales pasear por sus calles es maravilloso, una ciudad que hace enamorarte perdidamente de la dama más hermosa (sea en realidad hermosa o fea) o Nueva York, cuyas calles bañadas de sueño americano han dado tantas ideas para películas de Hollywood, en todos los rincones de esas y muchas otras ciudades se respira un cosmopolitismo y una internacionalidad (si es que existe esa palabra) que deslumbra a todo visitante. Estas ciudades hermosísimas de visitar toman otro cariz cuando es uno el que habita en ellas, no me imagino a un parisino flotando de amor todos los días mientras va a por el pan o a uno de Nueva York sintiéndose Woody Allen en medio de un atascazo de esos de llevarte la merendera para comer...


Es por ello que después de que alguien inventara esa “empírica” constante K = belleza x inteligencia = constante, yo he de inventarme la también empírica constante P = “que ciudad más bonita” x “que bien que vivo en ella” o lo que es lo mismo P= “que ciudad más fea” x “que porculo da vivir en ella”, este es el claro ejemplo del “site de Futuroscope” (le han llamado “site” porque es una palabra que no define nada y como esto es difícil de definir…).
Este Futuroscope es una maravillosa asociación de edificios futuristas supermodernos en los cuales (excluyendo los propios del parque temático en los que no he entrado todavía) vive gente. Cuando veáis las fotos de este maravilloso crisol de arquitectura moderna de finales de los noventa me comprenderéis. El primer hecho que le hace a uno minimizar el termino “que bien se vive en ella” es lo que me ha pasado esta mañana yendo al Auchan (que para el que no este muy puesto en hipermercados es una especie de Carreflus, como dice mi abuela). Puesto que los hipermercados suelen tener clientes que van en coche, el parking habilitado es aterradoramente gigante para un peatón sin carnet ni ganas de sacárselo como yo, a eso uniéndole los también aterradores parkings del parque temático hacen que un trayecto que en situación normal sería de unos diez minutos sea de casi media hora. Y os estaréis preguntando ¿qué mas le da a este caminar por medio del parking o por medio del campo si la distancia es la misma? pues entra aquí el hecho de que un amable guardia que en un francés exquisito y una ingente cantidad de vayas (de esas que no se pueden saltar) te hacen rodear amablemente esa área (vacía de coches por cierto, ya que al parque este no debe ir ni Dios).
Otro hecho peculiar es el de la inclinación de sus edificios así como la necesidad de incluir en ellos geometrías imposibles que hace la acumulación de suciedad y la cría de insectos de dudosa reputación algo inevitable. Esto también hace que, como por ejemplo, mi universidad tenga que verse con un aula magna para más de cien personas completamente esférica. Maravilloso, diréis, el cúlmen de la tecnología y el buen gusto, pues todo lo contrario, en esta universidad se pasaron casi dos años sin pizarra en el aula magna porque su instalación en tal pared precisaba algo más que un par de cáncamos y alcayatas y no había presupuesto para hacerlo (tienen eso si, la decencia de gastárselo en unos increíbles laboratorios y no como hacen en Madrid…).

Otras cosas más se podrían decir, como la existencia de lagos artificiales muy bellos pero difíciles de cruzar sin mojarse, caminos sinuosos que podían haber hecho rectos, pero que rectos son más feos o colinas artificiales que para alguien de la Mancha como yo provocan algo más que desaprobación.

Espero que tarde o temprano me acostumbre a vivir en una ciudad como esta, en la que P es constante como todas las demás…

2 comentarios:

Rous dijo...

Nunca había oído nada sobre lo d K y la constante, pero me ha gustado... indagaré sobre ello...

--pab7oAB-- dijo...

Indaga en marina que es la que la invento, o x lo menos la primera persona la cual oi hablar de ello...

bssssss