Y es que hace casi un mes que no os escribo.
Lo siento chicos pero si ha sido asì es porque me es imposible hacerlo màs a menudo, lo que para un jefe son un par de ‘cositas’ (que te tienen agobiado ocho horas diarias) y hacer y mi ùltimo examen de la carrera me han tenido bastante ocupado.
Qué frias son las calles en Poitiers, se alargan los dìas pero el calor no llega, echo de menos esa chicharrina que caracteriza España cuando acaba mayo, aunque por lo que veo por allì y mas por La Mancha andan un poco encharcados.
El caso es que andar solo (este fin de semana ha sido puente otra vez y se ha ido todo el mundo) por las muy comunmente vacìas calles de Poitiers para comprar el pan (estoy en modo estudio-intensivo) es muy aburrido a si que suelo silbar alguna cancioncilla que anime el ambiente. Que Francisco alegre y olé y otros clasicazos españoles retumben por estas calles provoca reacciones de todo tipo, que te miren raro, que es la màs normal, que sonrìan, que no suele ser muy comùn, que se cambien de acera, que pasa a veces pero lo mejor es que un tipo te chille desde el balcòn a pecho partido con acento francés:
¡Ole y que viva la España!
Oh laa, y que viva la Fancia también.
Bueno, para contar esto ya me podrìa esperar a tener tiempo y no estar aquì en el cyber rodeado de chungos a dos centimos el minuto, os escribo asì aceleradamente para deciros que el sabado pròximo (2 de Junio para el que no sepa en que dìa vive) estaré por Madrid, espero una acogida calurosa con una orquesta y una alfombra roja por lo menos, y si hay algo de comer pues mejor, y que sea comida tipiquìma española, que estoy del queso emmental hasta los h...
Ya en serio, espero veros esta semana porque ‘tenis que haber creio un palmo’ como dice mi abuela y ademàs tengo muchas ganas de veros.
¡Hasta pronto!
lunes, 28 de mayo de 2007
viernes, 11 de mayo de 2007
Le huit mai, votez ikea
Francia se levanta, el día 8 de Mayo, fiesta nacional, con nuevo presidente. Nicolas Sarkozy.
Se conmemora hoy el fin de los combates de los aliados contra Alemania que pusieron fin a la II Guerra Mundial. Todas las calles se llenan de banderas (aun más) y se engalanan todos los monumentos dedicados a la victoria de la democracia y la libertad (que son muchos). Los anciens combattants, ya heridos por los años, se visten con sus uniformes y se prodigan en todas las ciudades actos en memoria de los represaliados por esta guerra. En París, se reaviva el fuego de la tumba del soldat inconnu y Chirac asiste a su último acto como presidente de la república.
Días raros son estos para Francia, después de unas elecciones que, justas a todos los efectos, han levantado otra vez la oleada de actos violentos, no existe ese aire de a ver que pasa a partir de ahora que hay despues de unas elecciones, sigue existiendo ese pesimismo existencial que inunda este país desde hace unos años. 700 coches (5 en Poitiers) diarios no llega a ser como en las famosas revueltas de hace dos años ni mucho menos las de mayo del 68 pero sientan un precedente muy malo, que alguien cuestione lo que se vota en las urnas. Todo ello acompagnado con el crucero de lujo por el mediterráneo que se ha pegado como celebracion Monsieur Sarkozy. Será probablemente un buen presidente para Francia, pero delicadeza no tiene ninguna.
Desterrando ya, para siempre, la política de este blog, os regalo un anuncio de Ikea que ha aparecido estos dias en Le Monde, simplemente genial.
Sin remordimientos... en Ikea dispone de 30 días para cambiar de opinión si es que piensa que ha hecho una mala elección.
Sí al cambio, vote Ikea
Se conmemora hoy el fin de los combates de los aliados contra Alemania que pusieron fin a la II Guerra Mundial. Todas las calles se llenan de banderas (aun más) y se engalanan todos los monumentos dedicados a la victoria de la democracia y la libertad (que son muchos). Los anciens combattants, ya heridos por los años, se visten con sus uniformes y se prodigan en todas las ciudades actos en memoria de los represaliados por esta guerra. En París, se reaviva el fuego de la tumba del soldat inconnu y Chirac asiste a su último acto como presidente de la república.
Días raros son estos para Francia, después de unas elecciones que, justas a todos los efectos, han levantado otra vez la oleada de actos violentos, no existe ese aire de a ver que pasa a partir de ahora que hay despues de unas elecciones, sigue existiendo ese pesimismo existencial que inunda este país desde hace unos años. 700 coches (5 en Poitiers) diarios no llega a ser como en las famosas revueltas de hace dos años ni mucho menos las de mayo del 68 pero sientan un precedente muy malo, que alguien cuestione lo que se vota en las urnas. Todo ello acompagnado con el crucero de lujo por el mediterráneo que se ha pegado como celebracion Monsieur Sarkozy. Será probablemente un buen presidente para Francia, pero delicadeza no tiene ninguna.
Desterrando ya, para siempre, la política de este blog, os regalo un anuncio de Ikea que ha aparecido estos dias en Le Monde, simplemente genial.
Sin remordimientos... en Ikea dispone de 30 días para cambiar de opinión si es que piensa que ha hecho una mala elección.
Sí al cambio, vote Ikea
jueves, 10 de mayo de 2007
Angers, aceite y agua
Por la amable invitación de Pep (o Jose, Josep o Chema o como lo quiera llamar cualquiera que tenga la suerte de conocerlo) he tenido la oportunidad de pasar un placentero fin de semana en Angers. En esta ciudad he podido ver bastantes cosas pese no haber hecho un turismo demasiado clásico en ella, cosas que más allá de visitar sus calles o monumentos me han permitido ver la heterogeneidad de Francia, país que, antes de venir, supuse plano como una tabla (y no estamos hablando de orografía, tampoco de otras cosas menos políticamente correctas).
En primer lugar, visitar la residencia donde viven los alumnos de la ENSAM (Ecole Nationale Supérieure d'Arts et Métiers) es toda una experiencia. Esta especie de edificio, si podemos llamarlo así, alberga a numerosos estudiantes de esta universidad y es un aulario reconvertido en residencia, esta reconversión es poco más que un tabique para separar la cocina y el baño y un par de tablones para tapar los tragaluces que dan al pasillo, puede uno darse cuenta que estos franceses se apañan (o hacen que el resto se apañe) con poco. Ni siquiera se han molestado en cambiar los armarios (de metal) ni el suelo (realmente poco propicio para la habitabilidad) y ya no hablemos de pintura en las paredes o en el techo, que se caen a trozos en algún sitio. Todo ello en una universidad de renombre que, como mi añorada, ejem, Politécnica de Madrid vive del pasado y de su prestigio, pensando que jamás nadie podrá poner en duda su infinita superioridad al resto.
Sin duda, nada seria demasiado grave si por lo menos los residentes de esta universidad gozaran de agua corriente. Todo el problema viene a raíz de quejas por estómagos sueltos y caída excesiva de pelo pasando por la agonía de un chino (malasio, japonés o gente con ojos de sospecha, en general) el cual estuvo enfermo por ingestión de agua del grifo. Todo ello derivó en un estudio del agua de este edificio y fue tal la sorpresa que ahora ni se puede utilizar esa agua para ducharse de tanta cantidad de virus que tiene, no digamos ya beberla. Ya van dos semanas con doble ración de desodorante.
Fuera de residencias precarias, Angers es una ciudad de tamaño medio en Francia, (unos 200.000 habitantes) tiene cierto aire a Praga por la disposición de sus monumentos (río, catedral y castillo) pero no llega a ser tanto como ella (si no ya estaría llena de españoles). Es una ciudad apacible y tranquila y es el sitio fuera de España en el que he encontrado la calle más parecida a la Tejares de Albacete, cañas a tutiplén, mirando como pasa la gente y saludando al pueblo de vez en cuando.
Hasta esta ciudad tuve que irme para descubrir que esto de la homosexualidad ya es un movimiento bien montado y organizado. Estos colectivos tienen como una especie de calendarios en los que celebran cada semana un desfile de orgullo gay en diferentes ciudades cada dos semanas. Todo ello con autobuses alquilados, macrofiesta en la discoteca más grande de la ciudad y after para el que le siga yendo la marcha… Aunque todo quedó en una panda de locos subidos a un carromato bailando desenfrenadamente, ciertamente los de Madrid se lo montan mejor…
Y bueno, buen recuerdo me llevo de Angers, buena gente, risas varias y cosas que ver. A ver si volvemos para hacer turismo en sitios… más ortodoxos.
En primer lugar, visitar la residencia donde viven los alumnos de la ENSAM (Ecole Nationale Supérieure d'Arts et Métiers) es toda una experiencia. Esta especie de edificio, si podemos llamarlo así, alberga a numerosos estudiantes de esta universidad y es un aulario reconvertido en residencia, esta reconversión es poco más que un tabique para separar la cocina y el baño y un par de tablones para tapar los tragaluces que dan al pasillo, puede uno darse cuenta que estos franceses se apañan (o hacen que el resto se apañe) con poco. Ni siquiera se han molestado en cambiar los armarios (de metal) ni el suelo (realmente poco propicio para la habitabilidad) y ya no hablemos de pintura en las paredes o en el techo, que se caen a trozos en algún sitio. Todo ello en una universidad de renombre que, como mi añorada, ejem, Politécnica de Madrid vive del pasado y de su prestigio, pensando que jamás nadie podrá poner en duda su infinita superioridad al resto.
Sin duda, nada seria demasiado grave si por lo menos los residentes de esta universidad gozaran de agua corriente. Todo el problema viene a raíz de quejas por estómagos sueltos y caída excesiva de pelo pasando por la agonía de un chino (malasio, japonés o gente con ojos de sospecha, en general) el cual estuvo enfermo por ingestión de agua del grifo. Todo ello derivó en un estudio del agua de este edificio y fue tal la sorpresa que ahora ni se puede utilizar esa agua para ducharse de tanta cantidad de virus que tiene, no digamos ya beberla. Ya van dos semanas con doble ración de desodorante.
Fuera de residencias precarias, Angers es una ciudad de tamaño medio en Francia, (unos 200.000 habitantes) tiene cierto aire a Praga por la disposición de sus monumentos (río, catedral y castillo) pero no llega a ser tanto como ella (si no ya estaría llena de españoles). Es una ciudad apacible y tranquila y es el sitio fuera de España en el que he encontrado la calle más parecida a la Tejares de Albacete, cañas a tutiplén, mirando como pasa la gente y saludando al pueblo de vez en cuando.
Hasta esta ciudad tuve que irme para descubrir que esto de la homosexualidad ya es un movimiento bien montado y organizado. Estos colectivos tienen como una especie de calendarios en los que celebran cada semana un desfile de orgullo gay en diferentes ciudades cada dos semanas. Todo ello con autobuses alquilados, macrofiesta en la discoteca más grande de la ciudad y after para el que le siga yendo la marcha… Aunque todo quedó en una panda de locos subidos a un carromato bailando desenfrenadamente, ciertamente los de Madrid se lo montan mejor…
Y bueno, buen recuerdo me llevo de Angers, buena gente, risas varias y cosas que ver. A ver si volvemos para hacer turismo en sitios… más ortodoxos.
lunes, 7 de mayo de 2007
København, sirenas y otros ruidos
Llegar a un país como Dinamarca conociendo poco más que su capital es Copenhague, que Laudrup venia de allí y que tiene una sirena muy famosa le hace a uno entristecerse de lo paleto que es, pero bueno, al fin y al cabo, no es peor que decir que Albacete tiene mar o soltar alguna perla tipo las que aparecen en este mapa
Copenhague, siendo lo único que al final conocimos de Dinamarca, es una ciudad cosmopolita, alegre y abierta. La gente que vive aquí (daneses o no) es mucho mas simpática de lo que yo me podría haber imaginado por esos lares, añadiéndole la extrema educación que caracteriza a los norteños los hace gente realmente encantadora, de los que te dicen por que calle ir si te ven mirando un mapa como un jeroglífico egipcio o de los que frenan bruscamente para dejarte cruzar la calle, haya paso de cebras o no.
La ciudad, personalmente no me parece demasiado bonita, tiene avenidas anchas y grandes edificios, así como la suerte de rebosar de canales y mar también por todos lados, pero no tiene esa belleza “objetiva” que tienen ciudades como París. Tiene el defecto insalvable de ser algo sucia y de tener algún que otro (numerosos, ciertamente) edificio bastante cutre, pero en si creo que es una de las mejores capitales donde vivir, acogedora y viva.
Sabiendo ya que el gusto por la bicicleta en esta zona de Europa es casi enfermizo (y también muy ecológico), vi por primera vez las primeras bicicletas-carretilla, las primeras bicicletas-cochecito de bebe, y la mayor cantidad de bicicletas-algo que jamás me pude imaginar, todas ellas conducidas por la gente mas variopinta, en traje, en chándal, con tacones, en traje de noche (las utilizan incluso para salir de fiesta), con perro, sin perro, con niños, cajas. Mención especial a la bicicleta-manifestación, una pena que no pudiera conseguir una foto.
Esta ciudad, siendo mucho más cara aun que Estocolmo, tiene como principal atracción turística la Sirenita de Copenhague, que no deja de ser una estatua como cualquier otra. Equivocado estoy si no digo que tiene una leyenda bastante bonita que tiene que ver con otra sirena que acabó en Praga. No me enteré muy bien de la historia como os podéis dar cuenta pero creo que alguna de las dos se enamoró de algún marinero y se separaron, luego pasó alguna tragedia. Supongo que por eso tiene esa cara de tristeza la pobre.
Y aquí si, pudimos estudiar a fondo la noche copenagueña (me columpio yo con los gentilicios). Salir por aquí es realmente divertido y como dije, la gente es muy abierta (hasta límites insospechados, diría yo). Tomarse una cerveza en un bar cuesta una barbaridad pero economizando al máximo se puede pasar un buen rato sin gastar excesivo dinero, la gente te pisa y por ello te da conversación y te abraza, mucha gente va por el bar dando la mano a todo el mundo y los que están sentados en la barra te invitan a que te sientes con ellos cuando vas a pedir algo, todo en un perfecto inglés. Realmente uno se siente muy a gusto en una situación como esa, no se yo si era por mera costumbre o por el excesivo alcohol que reinaba en el ambiente.
Por esas cosas de que la tierra sea redonda y estar tan al noreste de la franja horaria amanece sobre las 4 y media de la mañana en estas fechas, pero les es igual, la fiesta y el jaleo puede continuar hasta que el sol pegue bien alto sin ningún problema. Se puede ver a esas horas (9-10 de la mañana) màs de una sirena que se va a dormir.
Otro de esos lugares imprescindibles es el canal de Nyhavn, para el que diga que las ciudades del norte no hay vida callejera, he visto pocas veces tanta gente en una calle sin ningún motivo especial (fiesta, manifestación o sucedáneos), todos sentados alrededor de uno de los canales de la ciudad, paseándose o comiendo en alguna terraza (en las que te dan mantas por si tienes frío, patrocinadas por Carlsberg, cada país con su merchandising, a nosotros nos ponen sombrillas). No olvidar que Carlsberg es danesa y que ha restaurado de su bolsillo la mitad de los monumentos y grandes edificios de la ciudad.
Mención aparte ha de tener Christiania, esta especie de barrio o aglomeración de casas en el barrio cristiano de Copenhague es un lugar bastante singular. En él, puede quedar uno de los últimos reductos hippies del mundo, aunque parece un reducto algo gastado ya que tiene página web. Se puede ver allí gente fumando porros a tutiplén tirado en el césped y pasando del mundo, así como la venta masiva de costo al peso y también policías antidisturbios deteniendo a algún trasgresor de la ley, que deben ser un alto porcentaje en esa parte de la ciudad. Dicen por ahí que quieren desalojar tal barrio, yo lo dejaría como reclamo turístico, igual que las reservas de indios en Estados Unidos, chacun son goût, non?²
Sirenas de todo tipo hay en Copenhague, todas, a su estilo, hacen de esta ciudad un lugar imprescindible para hacer en él cualquier tipo de actividad, legal, fraudulenta, ociosa, cultural y siempre placentera. Chacun son goût, definitivamente.
² Chacun son goût: cada uno a su gusto, como le de la gana.
Copenhague, siendo lo único que al final conocimos de Dinamarca, es una ciudad cosmopolita, alegre y abierta. La gente que vive aquí (daneses o no) es mucho mas simpática de lo que yo me podría haber imaginado por esos lares, añadiéndole la extrema educación que caracteriza a los norteños los hace gente realmente encantadora, de los que te dicen por que calle ir si te ven mirando un mapa como un jeroglífico egipcio o de los que frenan bruscamente para dejarte cruzar la calle, haya paso de cebras o no.
La ciudad, personalmente no me parece demasiado bonita, tiene avenidas anchas y grandes edificios, así como la suerte de rebosar de canales y mar también por todos lados, pero no tiene esa belleza “objetiva” que tienen ciudades como París. Tiene el defecto insalvable de ser algo sucia y de tener algún que otro (numerosos, ciertamente) edificio bastante cutre, pero en si creo que es una de las mejores capitales donde vivir, acogedora y viva.
Sabiendo ya que el gusto por la bicicleta en esta zona de Europa es casi enfermizo (y también muy ecológico), vi por primera vez las primeras bicicletas-carretilla, las primeras bicicletas-cochecito de bebe, y la mayor cantidad de bicicletas-algo que jamás me pude imaginar, todas ellas conducidas por la gente mas variopinta, en traje, en chándal, con tacones, en traje de noche (las utilizan incluso para salir de fiesta), con perro, sin perro, con niños, cajas. Mención especial a la bicicleta-manifestación, una pena que no pudiera conseguir una foto.
Esta ciudad, siendo mucho más cara aun que Estocolmo, tiene como principal atracción turística la Sirenita de Copenhague, que no deja de ser una estatua como cualquier otra. Equivocado estoy si no digo que tiene una leyenda bastante bonita que tiene que ver con otra sirena que acabó en Praga. No me enteré muy bien de la historia como os podéis dar cuenta pero creo que alguna de las dos se enamoró de algún marinero y se separaron, luego pasó alguna tragedia. Supongo que por eso tiene esa cara de tristeza la pobre.
Y aquí si, pudimos estudiar a fondo la noche copenagueña (me columpio yo con los gentilicios). Salir por aquí es realmente divertido y como dije, la gente es muy abierta (hasta límites insospechados, diría yo). Tomarse una cerveza en un bar cuesta una barbaridad pero economizando al máximo se puede pasar un buen rato sin gastar excesivo dinero, la gente te pisa y por ello te da conversación y te abraza, mucha gente va por el bar dando la mano a todo el mundo y los que están sentados en la barra te invitan a que te sientes con ellos cuando vas a pedir algo, todo en un perfecto inglés. Realmente uno se siente muy a gusto en una situación como esa, no se yo si era por mera costumbre o por el excesivo alcohol que reinaba en el ambiente.
Por esas cosas de que la tierra sea redonda y estar tan al noreste de la franja horaria amanece sobre las 4 y media de la mañana en estas fechas, pero les es igual, la fiesta y el jaleo puede continuar hasta que el sol pegue bien alto sin ningún problema. Se puede ver a esas horas (9-10 de la mañana) màs de una sirena que se va a dormir.
Otro de esos lugares imprescindibles es el canal de Nyhavn, para el que diga que las ciudades del norte no hay vida callejera, he visto pocas veces tanta gente en una calle sin ningún motivo especial (fiesta, manifestación o sucedáneos), todos sentados alrededor de uno de los canales de la ciudad, paseándose o comiendo en alguna terraza (en las que te dan mantas por si tienes frío, patrocinadas por Carlsberg, cada país con su merchandising, a nosotros nos ponen sombrillas). No olvidar que Carlsberg es danesa y que ha restaurado de su bolsillo la mitad de los monumentos y grandes edificios de la ciudad.
Mención aparte ha de tener Christiania, esta especie de barrio o aglomeración de casas en el barrio cristiano de Copenhague es un lugar bastante singular. En él, puede quedar uno de los últimos reductos hippies del mundo, aunque parece un reducto algo gastado ya que tiene página web. Se puede ver allí gente fumando porros a tutiplén tirado en el césped y pasando del mundo, así como la venta masiva de costo al peso y también policías antidisturbios deteniendo a algún trasgresor de la ley, que deben ser un alto porcentaje en esa parte de la ciudad. Dicen por ahí que quieren desalojar tal barrio, yo lo dejaría como reclamo turístico, igual que las reservas de indios en Estados Unidos, chacun son goût, non?²
Sirenas de todo tipo hay en Copenhague, todas, a su estilo, hacen de esta ciudad un lugar imprescindible para hacer en él cualquier tipo de actividad, legal, fraudulenta, ociosa, cultural y siempre placentera. Chacun son goût, definitivamente.
² Chacun son goût: cada uno a su gusto, como le de la gana.
viernes, 4 de mayo de 2007
Le tango des Présidentielles
Lo siento chicos, hago una parada en mi viaje por Suecia para contar otras cosas más de actualidad.
Puede que esto sea el fin de este blog, pero lo voy a hacer, venía intentándolo evitar desde hace mucho tiempo pero finalmente voy a hablar de política.
Estáis en vuestro derecho de no leer esto si no os interesa, pero supongo que no os vendrá mal saber como se las gastan los franceses en este tema.
Como sabréis, (espero) este domingo son las elecciones presidenciales aquí, en Francia, después de una primera vuelta con mucha incertidumbre y una participación (increíble) de más del 85 por ciento en la primera vuelta pasaron a la segunda vuelta Nicolas Sarkozy (partido conservador) y Ségolène Royal (partido socialista). Ambos, por delante del ultraderechista (esta vez, el gran derrotado) Jean Marie Le Pen y el centrista François Bayrou.
Después de chuparme el debate entre los dos candidatos (si, me da a veces por hacer esas cosas) oyéndolo por la radio echando un vistazo de vez en cuando desde mi ventana en la tele del vecino (eso es una larga historia que también os contare) me di cuenta que, además de que el idioma que habla esta gente me empieza a parecer comprensible y deja de ser una reunión de sonidos guturales extraños, que la altura de los políticos de este país esta muy por encima de la española. Ahora, antes de que penséis que estoy empezando a hablar raro y ha decir Oh, la la todo el tiempo (bueno, eso es inevitable, que lo penséis, digo) os contare por qué.
Pese a emitir ese olor extraño que cada político emana cuando abre la boca, ambos candidatos demuestran cada vez que hablan, su capacidad de persuasión y su ideología, sin ningún tipo de rodeo, hasta tal punto que podría llegar a votar a cualquiera de los dos después de escucharlo durante 10 minutos seguidos. Todos los años, los candidatos de la segunda vuelta se retan en un debate que paraliza el país y más que lanzarse piedras sobre si mi perro esta detrás de un atentado o si hay que liberar o no a un asesino, (uno en concreto solamente, con los cientos que se liberan injustamente en nuestro país) se centran en los problemas reales que tiene Francia.
Todo ello en un debate en profundidad. La seguridad, el trabajo, la economía, la investigación, la educación, la sanidad, la ecología, la energía, las pensiones, la inmigración, la política europea y las políticas exteriores. Temas en los que Francia tiene más problemas que España, como he dicho alguna vez.
Un debate en el que se podía ver que ambos candidatos tomarán, en el caso de ser elegidos caminos completamente diferentes, si no, opuestos. En seguridad Sarkozy defiende su ya conocida frase de “tolérance zéro” contra la delincuencia, sobre todo a aquellos que se enfrentan a la policía y queman coches y a los que se ha referido de la siguiente forma: “A la escoria hay que llamarla por su nombre, y ellos son escoria”, por ello no puede hacer mítines en ciertas ciudades. Ségolène, por su parte, es mas concreta en ese sentido y defiende el aumento de fuerzas de seguridad del estado, a base de presupuesto publico, izquierda pura.
Las 35 horas semanales fue el segundo tema de debate, mientras Sarkozy abogaba por la jornada de trabajo libre, liberalismo puro y duro, Royal abogaba por la continuidad de esta ley, el dilema radicó en si obligar a los empresarios a contratar mas gente para cubrir la demanda de trabajo o dejar a estos que se apoyen en las horas extras, cosa que se encamino el debate hacia el crecimiento del país y el paro, el cual ambos tomaron como ejemplo a seguir España, el cual, según ellos, supera a Francia ampliamente en tasas de crecimiento y ha alcanzado ya el pleno empleo técnico, que bien que se ven las cosas desde lejos.
En cuanto a investigación, educación y sanidad, lo de siempre, hay que aumentar los presupuestos y solucionar los problemas en los que estos servicios están sumidos, emigración de científicos franceses a otros países, violencia y fracaso escolar y precariedad de la sanidad publica, lo de siempre.
En cuanto a la ecología y a la energía, Ségolène aposto por mantener la energía nuclear y aumentar las energías renovables, interviniendo más ampliamente en el proyecto europeo de desarrollo de la energía nuclear tipo 3, la nueva generación de reactores nucleares de fisión.
Sarkozy demostró no estar muy puesto en el tema tecnológico porque se equivocó en ciertos aspectos técnicos lo cual aprovechó Royal para hurgar en la herida. Finamente se decanto por “no llenar Francia entera de molinos” y “la energía nuclear es una energía limpia”.
En cuanto al resto de temas que me faltan no puedo hablar de ellos porque además de que esto se esta haciendo muy largo me quedé profundamente dormido, (un debate de dos horas y media…) me desperté con la moviola del debate y todos los súper expertos escudriñando cada una de las frases del largo debate.
Qué decir de estas elecciones, Francia tiene bien definidos dos caminos a seguir, un Sarkozy liberal, que se califica como “un hombre de acción”, con soluciones concretas y severas, muchas injustas y equivocadas pero probablemente mas efectivas; y Ségolène, que opina que “una Francia más justa será más fuerte”, con un mensaje a veces demasiado ambiguo de reconciliación y colaboración basado en una Francia social y probablemente deficitaria.
El fin y el principio, domingo 6 de Mayo, en las urnas.
Puede que esto sea el fin de este blog, pero lo voy a hacer, venía intentándolo evitar desde hace mucho tiempo pero finalmente voy a hablar de política.
Estáis en vuestro derecho de no leer esto si no os interesa, pero supongo que no os vendrá mal saber como se las gastan los franceses en este tema.
Como sabréis, (espero) este domingo son las elecciones presidenciales aquí, en Francia, después de una primera vuelta con mucha incertidumbre y una participación (increíble) de más del 85 por ciento en la primera vuelta pasaron a la segunda vuelta Nicolas Sarkozy (partido conservador) y Ségolène Royal (partido socialista). Ambos, por delante del ultraderechista (esta vez, el gran derrotado) Jean Marie Le Pen y el centrista François Bayrou.
Después de chuparme el debate entre los dos candidatos (si, me da a veces por hacer esas cosas) oyéndolo por la radio echando un vistazo de vez en cuando desde mi ventana en la tele del vecino (eso es una larga historia que también os contare) me di cuenta que, además de que el idioma que habla esta gente me empieza a parecer comprensible y deja de ser una reunión de sonidos guturales extraños, que la altura de los políticos de este país esta muy por encima de la española. Ahora, antes de que penséis que estoy empezando a hablar raro y ha decir Oh, la la todo el tiempo (bueno, eso es inevitable, que lo penséis, digo) os contare por qué.
Pese a emitir ese olor extraño que cada político emana cuando abre la boca, ambos candidatos demuestran cada vez que hablan, su capacidad de persuasión y su ideología, sin ningún tipo de rodeo, hasta tal punto que podría llegar a votar a cualquiera de los dos después de escucharlo durante 10 minutos seguidos. Todos los años, los candidatos de la segunda vuelta se retan en un debate que paraliza el país y más que lanzarse piedras sobre si mi perro esta detrás de un atentado o si hay que liberar o no a un asesino, (uno en concreto solamente, con los cientos que se liberan injustamente en nuestro país) se centran en los problemas reales que tiene Francia.
Todo ello en un debate en profundidad. La seguridad, el trabajo, la economía, la investigación, la educación, la sanidad, la ecología, la energía, las pensiones, la inmigración, la política europea y las políticas exteriores. Temas en los que Francia tiene más problemas que España, como he dicho alguna vez.
Un debate en el que se podía ver que ambos candidatos tomarán, en el caso de ser elegidos caminos completamente diferentes, si no, opuestos. En seguridad Sarkozy defiende su ya conocida frase de “tolérance zéro” contra la delincuencia, sobre todo a aquellos que se enfrentan a la policía y queman coches y a los que se ha referido de la siguiente forma: “A la escoria hay que llamarla por su nombre, y ellos son escoria”, por ello no puede hacer mítines en ciertas ciudades. Ségolène, por su parte, es mas concreta en ese sentido y defiende el aumento de fuerzas de seguridad del estado, a base de presupuesto publico, izquierda pura.
Las 35 horas semanales fue el segundo tema de debate, mientras Sarkozy abogaba por la jornada de trabajo libre, liberalismo puro y duro, Royal abogaba por la continuidad de esta ley, el dilema radicó en si obligar a los empresarios a contratar mas gente para cubrir la demanda de trabajo o dejar a estos que se apoyen en las horas extras, cosa que se encamino el debate hacia el crecimiento del país y el paro, el cual ambos tomaron como ejemplo a seguir España, el cual, según ellos, supera a Francia ampliamente en tasas de crecimiento y ha alcanzado ya el pleno empleo técnico, que bien que se ven las cosas desde lejos.
En cuanto a investigación, educación y sanidad, lo de siempre, hay que aumentar los presupuestos y solucionar los problemas en los que estos servicios están sumidos, emigración de científicos franceses a otros países, violencia y fracaso escolar y precariedad de la sanidad publica, lo de siempre.
En cuanto a la ecología y a la energía, Ségolène aposto por mantener la energía nuclear y aumentar las energías renovables, interviniendo más ampliamente en el proyecto europeo de desarrollo de la energía nuclear tipo 3, la nueva generación de reactores nucleares de fisión.
Sarkozy demostró no estar muy puesto en el tema tecnológico porque se equivocó en ciertos aspectos técnicos lo cual aprovechó Royal para hurgar en la herida. Finamente se decanto por “no llenar Francia entera de molinos” y “la energía nuclear es una energía limpia”.
En cuanto al resto de temas que me faltan no puedo hablar de ellos porque además de que esto se esta haciendo muy largo me quedé profundamente dormido, (un debate de dos horas y media…) me desperté con la moviola del debate y todos los súper expertos escudriñando cada una de las frases del largo debate.
Qué decir de estas elecciones, Francia tiene bien definidos dos caminos a seguir, un Sarkozy liberal, que se califica como “un hombre de acción”, con soluciones concretas y severas, muchas injustas y equivocadas pero probablemente mas efectivas; y Ségolène, que opina que “una Francia más justa será más fuerte”, con un mensaje a veces demasiado ambiguo de reconciliación y colaboración basado en una Francia social y probablemente deficitaria.
El fin y el principio, domingo 6 de Mayo, en las urnas.
miércoles, 2 de mayo de 2007
Carretera y manta
Salidos, por fin, de Estocolmo, pudimos contemplar la Suecia profunda, de las granjas y los grandes bosques. El hacer un viaje así en coche le da a uno la oportunidad de ver muchos pueblos y paisajes realmente poco usuales, altamente recomendable para el que quiera ver algo de Suecia fuera de lo que se ve normalmente como viajero ocasional.
Pese a no parar demasiado en estas ciudades por lo largo del viaje, se puede ver a medio camino entre Estocolmo y Copenhague un paisaje lleno de bosques espesos en los que nos sorprende cualquier forma de agua de vez en cuando. Sobre todo el gran lago (salado, se desveló la pregunta existencial) en el centro del país, el Vättern, que pese a su curioso nombre resulta la mayor cantidad de agua junta (excluyendo el mar, claro) que he visto en mi vida.
El paisaje transcurre entre pueblos tranquilos donde nunca pasa nada y pequeñas granjas, centradas en la ganadería y en la madera, por lo difícil que es el cultivo en esas tierras. También hay alguna ciudad intermedia entre pueblo y capital, (Linköping, Jonköping y Norrkoping, que poca originalidad en los nombres) pero lo normal era estar rodeado de bosques donde no se ve mas allá que el segundo o tercer árbol. Allí tenían que vivir los vikingos con sus cuernos y sus mujeres con trenzas rubias y ojos azules, pero me vuelvo a ir al siglo XV. Como cosa curiosa, la leña en estaciones de servicio se vende a unas 20 coronas (2 euros y algo) el paquete de 5 kilos.
Finalmente, al sur y cuando toda Suecia se encuentra a espaldas de uno, aparece una maravilla arquitectónica-ingenieril, (para que no se me enfade ningún gremio) el puente mas largo que haya visto yo también en mi vida. Sus casi ocho kilómetros unen Dinamarca y Suecia dejando su ya casi inexistente frontera justo en medio del puente. Realmente bonito de ver para aerotrastornados y arquitectos recalcitrantes.
Pasar dicho estrecho de Oresund (o Øresundsbron como dirían los lugareños) es toda una experiencia, y ver las diferencias que unos cuantos kilómetros de mar pueden originar, otra aun más grande, pero eso va para el siguiente post.
Pese a no parar demasiado en estas ciudades por lo largo del viaje, se puede ver a medio camino entre Estocolmo y Copenhague un paisaje lleno de bosques espesos en los que nos sorprende cualquier forma de agua de vez en cuando. Sobre todo el gran lago (salado, se desveló la pregunta existencial) en el centro del país, el Vättern, que pese a su curioso nombre resulta la mayor cantidad de agua junta (excluyendo el mar, claro) que he visto en mi vida.
El paisaje transcurre entre pueblos tranquilos donde nunca pasa nada y pequeñas granjas, centradas en la ganadería y en la madera, por lo difícil que es el cultivo en esas tierras. También hay alguna ciudad intermedia entre pueblo y capital, (Linköping, Jonköping y Norrkoping, que poca originalidad en los nombres) pero lo normal era estar rodeado de bosques donde no se ve mas allá que el segundo o tercer árbol. Allí tenían que vivir los vikingos con sus cuernos y sus mujeres con trenzas rubias y ojos azules, pero me vuelvo a ir al siglo XV. Como cosa curiosa, la leña en estaciones de servicio se vende a unas 20 coronas (2 euros y algo) el paquete de 5 kilos.
Finalmente, al sur y cuando toda Suecia se encuentra a espaldas de uno, aparece una maravilla arquitectónica-ingenieril, (para que no se me enfade ningún gremio) el puente mas largo que haya visto yo también en mi vida. Sus casi ocho kilómetros unen Dinamarca y Suecia dejando su ya casi inexistente frontera justo en medio del puente. Realmente bonito de ver para aerotrastornados y arquitectos recalcitrantes.
Pasar dicho estrecho de Oresund (o Øresundsbron como dirían los lugareños) es toda una experiencia, y ver las diferencias que unos cuantos kilómetros de mar pueden originar, otra aun más grande, pero eso va para el siguiente post.
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