jueves, 5 de abril de 2007

La vie en rose

Sentirse insignificante puede ser interpretado de muchas formas. Dícese estar en una gran ciudad donde no eres más que un punto en una fotografía dispar y alborotada, en mi caso, este estado me es placentero ya que puedes hacer lo que te venga en gana sin temer nada más que a tu conciencia y a las leyes. Es decir, puedes hacer el ridículo más espantoso que como mucho la gente desviará su atención durante décimas de segundo y seguirá su camino. En mi caso, París es una buena opción para hacerlo y el destino (o los vuelos con horarios intespestivos) me ha puesto en esta ciudad en completa soledad durante un día entero. Veamos.

Asomé la cabeza por la salida del metro de Pyramides a las 5:30 de la mañana y lo primero que pude divisar fueron tres mendigos en la puerta este del Louvre, mendigos con mucho gusto por el arte porque dormir en la puerta del Louvre para entrar los primeros es más que gusto, pasión. Poco después descubrí que el museo no abría ese día, a si que eran mendigos a secas. Debido a que tenía que esperar a que abrieran la embajada de España (papeleos que darán para otro post) y que, ciertamente, ya había visto todo lo que hay que ver de París y ya me puedo morir, me dediqué a promenearme (se promener: pasearse, dar una vuelta) por los jardines del Louvre y las Tullerías. Bueno, no sin antes estar dos horas en una cafetería delante de un cafe au lait y un croissant gorroneándole el periódico al del bar, perdón, café.

Ciertamente, lo que más me impactó de los periódicos de París fue la sección de ‘Manifestaciones del día’. Se ve que todos los días en París hay manifestaciones, porque esta al lado del parte meteorológico. Mirando detenidamente sobre que tema se quejaban hoy los franceses me sorprendio la siguiente manifestacion ‘Infirmières malheureuses’ (enfermeros/as cabreados). En vista de que toda mi familia trabaja en un hospital y que mi hermana pertenece a ese selecto grupo, no podía faltar…

La tal manifestación resultó ser una panda de enfermeros y enfermeras bastante bien organizada, llevaban sus camiones-manifestación con altavoces y lanzadores de panfletos así como espacio suficiente para lo imprescindible: banderas, pancartas, palos (para las banderas), todo muy profesional. Lo que sucedió en la manifestación, la verdad nada con mucha chicha, cortaron un par de calles y se subieron a un par de semáforos. Los pobres conductores respondían a tal agravio en su vida normal con sorna y bastante buen humor, debe ser que la vida normal en París sea tener manifestaciones. Supongo que es tan normal que hasta había un hombre vendiendo silbatos a tres euros, el sindicalismo tambien se vende.

Después de mi affaire hospitalario (que desde la sinceridad me pilló de paso para comprar los billetes para volver a Poitiers) y de mis lios con la embajada y el consulado tanto trabajo merecía darse un homenaje. Decidí en un arrebato de generosidad hacia mi mismo (y porque estaba solo y no tenia que invitar a nadie) comer en el mejor restaurante cerca de la Tour Eiffel. Las vistas de ese lugar son impresionantes y da mucho gusto comerse la especialidad de la casa, sandwich au jambon de París et fromage emmental, contemplando el maravilloso monumento (y esta vez si hablo en serio, con lo de maravilloso). Lo mejor, el precio, 5 euros con cerveza incluida. Cuando vengáis a Francia os llevaré, solamente hace falta una buena navaja de Albacete y algo para no mancharse el culo con el cesped del Trocadero, minucias.

Hablando ya en serio, el bocadillo me estuvo buenísimo viendo como cientos de turistas se avezaban por entrar en la torre, esperando pacientemente en una cola durante horas, la vida del turista es realmente dura.

Después del Trocadéro, Champs-Élysées, Louvre, Place de la Concorde y de mi enésima visita al metro (en el que pude presenciar el avance de la tecnología en forma de pasarela móvil a velocidad hipersónica) dejé para el final la Cité (o isla central de París, cuna de todo este circo de país que se han montado). Allí pude comprobar que no se puede ser punto insignificante en ninguna parte del mundo, allá donde vayas habrá alguien que te conozca. Nada más llegar a la plaza me encuentro con dos guadalupanos, César y Luis José, dos latinoamericanos que como es costumbre en mi ya añorado Colegio Mayor se dan una vuelta por Europa en cuanto tienen vacaciones. ¿Recordáis de lo del mesón manchego? Pues cambiadlo por un guateque puertorriqueño y ponedlo en la plaza de Notre Dame.

Y bueno, finalmente, después de mucho meditarlo, después de temer represalias desde muchos puntos de la sociedad, después de esconderlo durante mucho tiempo, lo siento, no me gusta París. Pido perdón a todos los implicados, bohemios; amantes de lo etéreo, del amor y lo romántico en general; a La Mona Lisa y a La Madeleine; y a todo portador de boina o comedor de croissants).

A los primeros, les digo que París es la ciudad menos bohemia del mundo, todo a base de tener el m² de vivienda a casi 10.000 euros en casi todos los arrondissements (arrondissement: barrio, zona) y de centralizar toda la cultura en organismos oficiales tipo ‘La liga de los bailadores de claqué’. Ha quedado muy atrás la época en la que esto era cuna de grandes artistas y pensadores.

Al segundo grupo le digo que la belleza de París está enlatada al vacío y se vende (muy cutremente, por cierto) a precios prohibitivos con una filosofía de ‘Tanto pagas, tanto ves’ como ejemplo lo siguiente : Torre Eiffel: primer piso, 5 euros, segundo piso 7’5 euros, tercer piso 11’5 euros. Resumiendo, que no me vuelan mariposillas en el estómago ni floto cantando la vie en rose cuando paseo por París, debo estar podrido por dentro, no sé.

A la Mona Lisa y a la Madeleine les acepto que París es un monumento inigualable en sí mismo, pero para mi gusto tiene demasiado arte y poca historia en sus calles, ahí habéis pinchado en hueso conmigo.

Y al resto (boinas y croissants), una frase de Joaquin Sabina:
‘Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid’

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo siempre he dicho que Paris es como un museo!!! Pero un museo no es una ciudad...

Rous dijo...

Pablo, todos sabemos que la ciudad más bonita del mundo es albacete... (aunk si yo escribiera el blog diría que es la Coruña:P)

Y si es por pagar, hoy día sales de España y te cobran por todo en cualquier lado, hasta por ir al baño!! Menos en Londres, donde no te cobran pero dejan una hurna para echar dinero, la cual, como turistas españoles que allí somos, permanece invisible a nuestros ojos...

El sena está sucio, y el manzanares igual o más...

Y pasear por Opera y Lavapies te puede recordar au quartier latin, pero con menos pintores y sin el murmullo del río a tus espaldas... eso si, cn la cerveza más barata y tapas...

¿Que los gavachos fueron unos sinverguenzas tratando a los exiliados españoles?? desde luego, pero no en parís, donde se acogió a gente y se luchó por la libertad frente al fascismo...

Lo que yo creo que no te gusta es el tópico de Oh Paris la la la, la ciudad más brillante de Europa... yo creo que la esencia está mucho más hondamente que en la torre eiffel iluminada y en los euros que te sacan por todos lados... si algún día vivo allí quizá llegue a tu juico, no lo sé, pero lo que no te rebatiré es lo bonito que es el paseo de la libertad!

--pab7oAB-- dijo...

jejej, llevas mucha razon, lo de este post no deja de ser una vision completamente subjetiva del tema, y bueno, a belleza madrid no gana a nadie, pero para mi tiene algo q no tendra paris nunca, el q, no lo se, ciertamente paris juega en desventaja en todo, pero bueno, tendra mas oportunidades en el futuro, creo q magnana estare otra vez alli con la filosofia de "ver las cosas q no se suelen ver", ya os contare...

me acabo de dar cuenta que empiezo a ver madrid con los mismos ojos q albacete, no se si es buena o mala segnal...

y tu post, sinceramente, tiene mucha calidad y el jurado ha quedado muy contento;D

Anónimo dijo...

Por fin visito tu blog,

Muy interesante :)

yo fui a Paris con unos 12 años, me gustó mucho la ciudad, está claro que con esa edad no pensaba en aspectos tan maduros como lo haces tú, pero bueno, jejeje.

Lo que sí sé es el que EuroDisney no me gustó nada, jajaja, y el Parque de Asterix y Obelix me encantó, :).

Un abrazo

Anónimo dijo...

Primero, estoy de acuerdo, París es una mierda de ciudad, un pasado ñoño que se vende a precio de oro a cualquiera que sale de su casa buscando lo que ha visto en las peliculas, lo que ha leido en las novelas o cuqalquiero otro medio de engaño publicitario.

Ahora bien, eso se llama turismo, se lo come todo, destroza cualquier sitio (las ciudades europeas son especialmente susceptibles), arruina la identidad y la autenticidad, las barre con dinero.

No pienses que Madrid en un día o en una semana para un extranjero es mejor de lo que cuentas. Tapas en la plaza mayor a 20 euros el platito de jamon, paseito por la gran via. Es todo igual de mentira.

No defendere París, pero no la ataco por ñoña ni por cara, sino por podrida, por falsa, como casi cualquier otra. Ser un turista da asco, los sitios hay que vivirlos.

París esta agotada, y Madrid en camino, aunque los gabachos dan un poco mas de asquete, par que negarlo.

Anónimo dijo...

He tardado mucho tiempo en decidirme a escribir. En primer lugar, te felicito, acabar con una frase de Sabina es una cosa muy acertada. Después, no quiero estar, ni creo encontrarme en alguno de esos grupos que mencionas..bohemios, amantes de lo etéreo y del amor...porque para los amantes del amor y lo etéreo les recomiendo que se den un paseito por la orilla del río en Oporto oyendo Fados, buah, ahí te enamoras hasta del camarero, que bandeja en mano, te invita a una copa, o eso es lo que entiendes del castellano ese que intenta hablar; aunque debo reconocer que me gustan los croissants mucho y a la plancha, ni te cuento. Y, se puede entender que no te guste, te ha tratado un poco mal en tus visitas, siempre de turista (léase en la misma canción de Sabina que tu citas:He llorado en Venecia,
me he perdido en Manhattan,
he crecido en La Habana, he sido un paria en París,
México me atormenta, Buenos Aires me mata,
pero siempre hay un tren
que desemboca en Madrid) paria, insignificante como empiezas tu blog.
Tampoco es cuestión de empezar aquí un debate sobre si es mejor o peor, más aún si se trata de opiniones personales. No tengo argumentos objetivos para defenderla, así que puede que no me guste, no, es mentira. Puedo decir lo que a mí me gusta, unas cuantas cosas entre una lista muy larga. Igual de libre que te sientes tú, me siento yo para expresarlas:
Me gusta la gente de París. París con aguacero o sin él. Los techos de París, que sí, que han sabido sacarle mucho cacho, como tú dices en tu blog, puedes subir a casi cualquier sitio y desde todos ellos la vista es impresinante y el precio lo suele ser también, por lo menos no te cobran por entrar a Notre-Dame, que oír misa ahí, es convertirse al cristianismo y al salir, una demostración de patinaje, un hombre disfrazado de payaso pide dinero y te regala rosas de papel. Me gusta el Sena y merendar crêpes con nocilla en el paseo del Sena mientras veo a los ricos pasearse y saludarme. Me gusta escupir al Sena desde caulquier puente; que la gente se pare cuando me ve perdida y me oriente sin yo pedírselo. Las esperanzas de los parisinos, que día tras día colocan las mesitas de las terrazas a pesar de que el cielo esté encapotado,oye, y que chiquititas son, como si hubiesen asumido que ahí o se sienta uno solo a escribir cosas en un diario estúpido o con alguien, muy cerca, claro, todo puede ser que tenga que ver con el volumen de voz, flojito, flojito y al oído. Me gusta oír el acordeón tocando música de Édith Piaf en las estaciones de metro. Me encantaría vivir en una de esas casa que hay en el Sena, que son barquitos, no las que tienen terraza con jardín en el barco y todo, las más modestitas. Me gustan los camareros franceses porque siempre consiguen que me sonroje. Descorchar botellas de vino en cualquier parquecito. Caminar de arriba a abajo los Campos Elíseos...no sé cuanto merece la pena que siga..jajaja..no vaya a ser que haga este post más largo que el tuyo (existe el premio al post más largo que el del propio blog?)Ah! y detesto la Mona Lisa, prefiero la Victoria de Samotracia. Sí que floto cuando oigo la vie en rose, no porque sea francesa, es más por el optimismo: je vois la vie en rose..., aunque su contenido sea mucho más amoroso que optimista,y porque puede que la oyera por primera vez en Sabrina, seré una ñoña?.
No puedo compararla con Madrid, que cada vez la siento más como mi casa, aunque no pueda ir a sentarme a merendar al Manzanares. Ah, y los precios de los pisos en Madrid son escandalosos. A mi que me entierren en Madrid, como también dice Sabina, pero Paris vaut bien une messe.

Prol dijo...

Yo estoy de acuerdo con todos. Así, en general. Y eso es todo lo que tengo que decir.

Guillaume dijo...

Bueeeenoooooooo

Creo que siendo franchute, puedo dar mi opinion en cuento a la capital de mi pais !! Antes de nada, disculpen los errores que puedo hacer, no domino aun totalmente el castellano jeje...!

Siento que no te haya gustado París Pablo, pero es verdad que a mi tampoco me parece tan increible esta ciudad. No sé, yo siempre he vivido en Poitiers (o mejor dicho en el campo al lado de Poitiers) así que como tú, sólo veo esta ciudad con ojos de turista. Sin embargo tengo que reconocer los "buenos lados" que puede tener Paris

No se quien dijó que París no tenía historia, pero no creo que sea verdadero. Podría tomar como ejemplos la famosa "Prise de la Bastille" del 14 de julio de 1789 (fiesta nacional de mi país), síbolo de la Revolución francesa. O la monarquía que se instaló en el Louvre, o en Versailles, el sacro de Napoleón en Notre Dame etc... Los monumentos preciosos son los testigos de esta historia. De hecho, creo que Madrid no tiene tantos monumentos y historia como Paris, sin duda porque Toledo fue durante muchos años la capital de España (por cierto, que es una ciudad muy preciosa).

Tampoco París no son sólo museos Mike !! Es verdad que hay mucho (demasiado!!) ruido para Mona Lisa, "la Joconde", y sigo preguntándome que tiene de especial esta chica feisima..pero bueno! El Prado o la Reina Sofia (espero que no me equivoco de nombre jeje) valen igual que el Louvre o el Musee d'Orsay.

No creo tampoco Paula que los gabachos sean tan asquerosos. Hay de todo !! Ya sé que muy a menudo los Españoles no entienden la manera de ser de nosotros (yo tampoco consigo entender a los franceses a veces ya ves jeje!), pero te acuerdo que los "Parisiens" suelen pasar de los demás (todo lo que no es Paris no vale!)

En fin, habría tanto que decir, pero creo que estoy perdiendo mi objectividad - siendo francés y hablando de Francia ! - y pues nada, te acuerdo Pablo que París, con todo lo bueno que puede tener, y todo lo malo también (precios de piso tremendos aunque iguales que en Madrid, precio de la Tour Eiffel que es un robo, mentalidad muy orgullosa de ser francés etc...) nunca tendrá este alma que tiene Madrid. Cuando sales en la calle aquí ves a gente hablando (a voz alta jeje), la alegria, los barres llenos de jovenes y menos jovenes, y eso no existe en París.

Creo que esta mentalidad es típica de España, o de paises latinos al menos, y creo que eso te hacía falta quiza en París. Es un alaja que no tiene que perder tu país, y sin duda fue por eso que yo, Franchute que soy, he decidido vivir y trabajar en tu ciudad, en tu pais...

--pab7oAB-- dijo...

Cirtamente a ninguno le quito la razon (me puesto en modo Oscar, jaj) pero si que pienso que el gusto por una ciudad es algo aun mas subjetivo que el propio gusto por las cosas en general (estamos hablando de una persona que le encanta Albacete). Ciertamente, Paris es una de las ciudades que mas belleza 'objetiva' tiene y de ahi viene su cantidad ingente de turistas y el pozo sin fondo de dinero que debe estar acumulando...
Sin embargo, para el viajante empedernido que va en busca de algo que tenga cierta identidad propia no es mas que una desilusion llegar a paris por lo grande de sus expectativas y por lo dificil que es encontrar su esencia, que la tiene.

Y bueno, viendo que este post ha sentado un debate con personas implicadas en la materia, franceses-madrilegnos incluidos, pronto habra una segunda parte

xao!

MariNa dijo...

Hola!! Sigo viva ;). Pues mira, yo os digo desde la experiencia vivida 5 dias de turismo puro y duro, llamadlo cutre, llamadlo "arruinador" de identidades, llamadlo como querais, que no tengo tiempo de vivir al maximo todas las ciudades que quiero visitar, que he ido a Hamburgo, a Bremen, a Bremerhafen y a Düsseldorf y las he visto como una "dominguera" más, con mi camara de fotos cual japonés ansiao, con mis rutas convencionales de ver lo que todo el mundo ve... pero y que? no puedes pretender encontrar la esencia de todo lo que visites...Madrid y Aachen son diferentes porque he vivido (viviré y aun vivo :P) en ellas, y les puedo sacar el estambre y alejarme del turismo mundano y convencional..pero eso es otra historia. Me parece un poco de ser "guay" aborrecer el turismo, cuando todos lo hacemos igual. Eso si, me opongo al turismo de playa, que necesita mamotretos que destruyen los parajes, odio que se haga dinero con cualquier cosa, que vendan chorradas como patrimonio nacional...pero al fin y al cabo, esto está montao asi, si lo quieres lo tomas, y si no t quedas en casa..Du kanst wählen

Anónimo dijo...

a mi me gusta el turismo de playa, pasearme con la sombrilla buscando el sitio perfecto entre barriga y barriga y hacer montañas, que no castillos de arena y también me gusta ir de turismo a las playas donde no te puedes bañar del frío que hace, están desiertas y hay unas olas...unas cojoolas, vaya y al ladito una vieja de 80 años vestida entera de negro subida a un tractor...ese turismo de playa me gusta...pero, vamos, que esto puede ser porque si oscar y pablo van de darle la razón a todo el mundo alguien puede pensar que yo voy de quitarla, ea....hay que ir en contra de la masa..jajaja
un abrazo madrileño impregnado de gusto por parís