martes, 17 de abril de 2007

Los frikis y el huevo gigante

Compartir espacio vital no es siempre sencillo. Como diría aquel anuncio de un coche, en el que salían personas con una especie de burbujita a su alrededor que representaba su espacio vital, (los anuncios de coches nunca tienen desperdicio) podemos hacerlo de muchas formas diferentes, podemos querer compartirlo, puede que tengamos que compartirlo aunque no nos apetezca o quizás compartirlo sea todo un placer… ciertamente, compartir piso con siete personas da lugar a situaciones de todo tipo, en cuanto a compartir espacio vital se refiere.

Andaba yo preparándome para cenar (no eran todavía las 7 de la tarde) cuando pasa por la puerta de mi habitación (la cual siempre anda abierta) una especie de sombra gigante tan instantánea que no llegas a reconocerla. Supuse que son esas cosas que se ven por el rabillo del ojo y que se desvanecen en décimas de segundo por lo que seguí con lo mío.

Poco tarde en darme cuenta que me equivocaba, a los pocos minutos se armo un escándalo tremendo en la casa, empecé a oír gritos de jubilo en francés los cuales, por supuesto no tuve ni idea a que se debían hasta que llegue a la habitación de Morgane.

Por lo visto, aquí en Francia, les dio, hace muchos años, por hacer lo contrario que los españoles en estas fechas, en vez de honorar y enaltecer la muerte de Jesucristo, prefieren regocijarse en que resucitó, por lo que, en ese día empezaban dos placenteras semanas de vacaciones. Por ello, celebran este gran acontecimiento con huevos de chocolate, hasta el punto que te puedes tropezar con ellos en el autobús, la universidad o incluso en la puerta de la comisaría…(verídico).

La historia, y no me voy de lo importante del asunto, es que mi compañera de piso ganó un concurso en el restaurante universitario que consistía en adivinar cuanto pesaba un huevo gigante de chocolate que había expuesto en el mostrador, el huevo medía como unos 80 cm de alto y 40 de ancho y Morgane, sólo se equivoco en dos gramos de los 5.877 Kg que pesaba dicho elemento. Ahora la pregunta reside en ¿Cuánto tardo el huevo en dejar de existir como tal? Pues la respuesta también podría haber dado para un concurso, pero os lo voy a desvelar, menos de 48 horas. Una pena que no me diera tiempo a hacer una foto a tal huevo antes de que se encontrara en un estado lamentable.

Entre huevos y gallinas, empiezan las vacaciones en Francia, se nota en todas partes, la gente es feliz, sonríe, todos se despiden deseándose buenas vacaciones, el autobusero me habla y me cuenta chistes, hay gente en la calle. Una delicia.

Y como no, la gente sale más de fiesta, y como ejemplo radiante la que se montaron mis compañeros de piso. Uno de ellos, juega a un juego en Internet de estos de dedicarse a matar marcianos (bueno, ahora vienen de todas las galaxias) y decidió reunir a toda su panda de amigos frikis en casa.

Es realmente curioso una noche de fiesta bebiendo vino a palo seco (aunque en cuanto probaron mi calimocho no bebieron otra cosa) y cerveza en botellitas de cristal de 25cl, bailando todos alrededor de un huevo de chocolate gigante canciones de la infancia francesas.

Cuando una horda de frikis franceses, un huevo gigante de chocolate y un español comparten espacio, se dan situaciones muy curiosas, os aseguro.

1 comentario:

Rous dijo...

puede k la horda de frikis asuste, sobre todo si son d esos k tienen espaditas y arcos y flechas y todo el kit, pero lo del huevo de chocolate... avisa hombre!!!! k cambio un viaje a murcia x empacharme contigo!!!

enfin enfin, al menos he aprendido la lección de cuándo es la mjor época para visitar La France... :D