martes, 20 de marzo de 2007

Allez les paletis!

Si se puede definir una cosa tan amplia como es la palabra experiencia, Erasmus podría catalogarse como una experiencia, un país nuevo, gente diferente, idioma diferente, universidad diferente, casa diferente, libertad diferente… (es evidente que para mí que abandoné mi hogar a los dieciocho, en el sentido de libertad la cosa no cambia mucho). Experiencia es un trance en el que, positiva o negativamente adquieres cierta veteranía en ciertas cosas o simplemente no adquieres nada en absoluto sino la capacidad de contar alguna historia. Finalmente, experiencia se puede definir también como que un trío muy conocido de Albacete te visite inesperadamente en Poitiers y puedas presenciar in situ el choque de dos culturas.

Andaba yo poniéndome mi traje para la nuit de l’ENSMA (exactamente me estaba anudando la corbata) y recibo una llamada en mi móvil francés (del cual casi nadie tiene el número todavía):
-¿Alo? -¡Eeeeeh! ¡¿Qué pasa pablinho?! (la voz, inconfundible, era de Carlos)
-¡Ehhh, ¿que pasa?! ¿Pos que marcha llevas que me llamas a este móvil?
-¡Jajajaj pablinho! ¡Que estamos por Zaragoza! ¡Que estábamos tomando un café esta tarde en Valencia y hemos cogido el coche de Txuso y nos vamos pa’ Poitiers! ¡A armarla! Jajaj…

Supongo que la experiencia de este post ha sido más intensa para ellos que para mí, pero ver a Carlos, Agus y Txuso en Poitiers es como estar en la Luna y encontrarte con un Mesón Manchego, no se si me entendéis.

Finalmente, al día siguiente de llamarme y tras haber dormido en un área de descanso del País Vasco, calificada por ellos de, "llena de kale borrokas de esos" y de "no vuelvo allí ni de coña, que miedo pasé" llegaron a la puerta de mi residencia y, viéndolos desde mi ventana sin haberme ellos visto aún me di cuenta por primera vez de lo que se grita en España o de lo flojo que se habla aquí. Después de los saludos efusivos y las risas varias, se empezó a hacer célebre en esos días la frase "allez les paletis" al mas típico estilo "allez les bleus" pero con acento albaceteño. También, y debido a la poco fructífera (o no) visita de Carlos a Italia, las frases "andiamo" y "ma que cosa" pudieron oírse por las calles de Poitiers.

Pasear por esta ciudad con esta gente es indescriptible, ya que si yo tengo la capacidad de sorprenderme con las cosas, ellos tienen la capacidad de sacarle diversión hasta a una papelera. Después de que Agus le sacara fotos al hôtel de ville y de que comiéramos los más típicos manjares franceses (en un Quick…) pudimos ver una vez más la capacidad para los idiomas de Carlos (después del "empty rooms? Yes? Thank you" de aquel hotel de Cracovia ya estaba ampliamente demostrada) o más bien su capacidad para la comunicación. Decidió pedir en la barra del bar en el que pasamos la tarde y el camarero trajo todo lo que pedimos sin ningún error. Lo que le dijo, queda como misterio de la humanidad.

Debido a que la noche dominical de Poitiers podría calificarse de "tranquila" y que los viajeros se encontraban muy cansados, decidieron irse a dormir sin conocer los bares de Poitiers. Al día siguiente y debido a mi obligada pero poco eficiente asistencia al laboratorio, se quedaron solos por la ciudad, ya por la tarde me dijeron que habían visto todo Poitiers (me lo creo porque es muy pequeño) y que no habían encontrado ningún souvenir para demostrar que habían estado aquí, ya que nadie les iba a creer que habían venido (desde aquí doy fe de que sí que estuvieron aquí).

Por la tarde visitamos brevemente el Auchan para comprar unas cosas y Txuso, debido a su experiencia en Carrefour nos dijo que no existía ninguna diferencia en organización y disposición de los artículos, se respeta la opinión del experto. Tuvieron la oportunidad de contemplar el pasillo de los quesos (del que creo que no os he comentado nada aun en detalle) en el cual Agus compro 19 clases (lo dijo como ochenta veces) y en que Txuso compró comida francesa para que su familia comiera una semana. Por suerte no nos pusimos en la caisse spéciale porque la experiencia habría sido doble.

Poco pudieron ver de la vida nocturna Poiterina ya que venir un domingo por la noche e irse un martes por la mañana no te da oportunidad para ello pero una tarde de cervezas en el lago de Futuroscope (con guitarra de Agus incluida) y de billar en el Kaárf (con exhibición de Txuso incluida también) fueron suficientes para pasar un buen rato y que el viaje mereciera la pena. Allí mi amigo francés, Guillaume (que se va para la ETSIA la semana que viene, cuidadlo bien) también se dio cuenta de que pasta estamos hechos estos albaceteños. Sorprendentemente y pese a nuestra forma de hablar entiende mejor el español que muchos que no me entendían hablar cuando llegué a Madrid.

Se fueron la mañana del martes y sin visitar el parque de Futuroscope (33€ son una buena razón para ello). La verdad es que estos tres días han sido como si hubiera vuelto a España, se agradece hablar tu verdadero idioma (el albaceteño) después de tantos días de hablar francés canharinho y germanizado (son las nacionalidades de mis compis de bureau y con los que por ahora paso más tiempo).

Gracias por la visita y espero que volváis, para la próxima os prometo que degustaréis de verdad suculentos manjares franceses.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pablinho que no hay problema con mi familia que se puede enterar. Es mas en cuanto mi padre pille al tuyo se cansinearan o mas. Se lo dije y tan solo recibi unos cuantos insultos pero vamos sin problema. Valieron la pena ya que nos lo pasamos de vicio. Bueno voy a intentar estudiar una miaja que falta me hace. Saludos pablinho
p.d. ya veo que te han llegao bene las fotos aunque son pequeñujas.

Rous dijo...

Eyyy gente nueva posteando!!! ueeee que crack estás hecho,eh?mueves masas de lectura virtual!:P

Por cierto, "mamá" está leyendo esto? pk podría postear más también, o es que no se ha enterado de que hay premio?jajaja

No me preguntes que he hecho hoy pero me he levantado como si me hubiera tomado dos cafés en sueños (recuerdas aquel día que mery y yo nos tomamos dos cafés?que cosas tengo, no creo k lo olvides nunk... jajaja) pues asi parecido ando yo hoy... k tngo ansias de hacer mil cosas, me voy a ir por el centro a comprarme una entrada de esas de último minuto para el teatro, a ver k consigo ir a ver, mñn t cuento:D

te echo de menos!!

yo tmbién kiero tener coche y escaparme a francia así en un plis!y comer queso..hummmm...arrrrrgggg...

Anónimo dijo...

Y yo que pensaba que mi sorpresa había sido grande cuando Carlos me llamó para preguntarme si tenía alguna idea de dónde estabas (en Poitiers?, en Francia?, en Europa?) y después me soltó que estaban a 50 kilómetros de Teruel.
supongo que la tuya fue aún más grande cuando los viste aparecer. Ya conocemos todos el manejo de Carlos con los idiomas. Es que tu entras a un sitio con él diciendo "buenas tardes" y todo el mundo te entiende....
un abrazo